Roger Federer y Jo-Wilfried Tsonga lucharán por una plaza para la final del Abierto de Australia tras vencer ayer al ruso Nikolay Davydenko y al serbio Novak Djokovic en dos apasionantes duelos.
Federer aseguró una semana más el puesto de número uno del mundo al vencer al ruso Nikolay Davydenko por 2-6, 6-3, 6-0 y 7-5, en dos horas y 36 minutos, y agrandó su récord personal en semifinales de Grand Slam, ahora con 23 consecutivas. El de Basilea no pierde en una ronda anterior desde el 2004 en la tercera de Roland Garros, frente a Kuerten.
Si Federer hubiera perdido y Djokovic lograba el título al final del torneo, el suizo hubiera visto cómo su corona pasaría a la cabeza de serbio. Pero ninguna de las dos circunstancias se dieron y, con su victoria, Federer aseguró salir el próximo lunes al frente de la clasificación mundial y sumar su 268 semanas como líder de la ATP. Así igualará a Jimmy Connors en el número de semanas. De paso, detuvo a Davydenko, que le había ganado en las dos últimas ocasiones que se habían enfrentado.
Federer se hizo con un encuentro que perdía por 6-2 y 3-1. Ganó 13 juegos consecutivos y niveló la balanza. Davydenko salvó una bola de partido en el décimo juego del cuarto set, con servicio del suizo, gracias a un resto explosivo, para igualar 5-5, pero fue quebrado de nuevo en el undécimo.
El ruso llevaba una racha de 13 partidos sin conocer la derrota, desde que ganó la Copa Masters de Londres y su título número 20 en Doha, y luchaba por conseguir por primera vez las semifinales de Melbourne.
Por su parte, Tsonga se tomó una dulce venganza de la final que perdió en Melbourne ante Djokovic en 2008 y lo hizo al ganar por segunda vez en su carrera un partido a cinco sets, al vencer al de Belgrado por 7-6 (8), 6-7 (5), 1-6, 6-3 y 6-1 en una batalla de tres horas y 52 minutos.
El francés se recuperó después de ir perdiendo por dos sets a uno, cuando el serbio bajó su nivel. El aspira a retar a Federer con quien va empatado 1-1 en sus enfrentamientos.
En la otra semifinal se miden hoy (19.30) el croata Marin Cilic y el británico Andy Murray.