El número uno del mundo, el español Rafael Nadal, logró imponerse ayer con muchos esfuerzos al holandés Robin Haase, al que batió en la Pista Central del torneo de Wimbledon por 5-7, 6-2, 3-6, 6-0 y 6-3, en 2 horas y 22 minutos.
El manacorense, ganador de Roland Garros, jugará en la tercera ronda de este «Grande» con el vencedor del partido que disputan en estos instantes el polaco Lukasz Kubot y el alemán Philipp Petzschner, trigésimo tercer favorito.
Nadal, segundo favorito del cuadro masculino, había vencido cómodamente en el primer turno de Wimbledon, en la que se impuso al tenista japonés Kei Nishikori.
A su oponente holandés, que venía de vencer al estadounidense James Blake, Nadal lo definió esta semana como un rival «duro, y más en hierba» y, hoy, en la «Catedral», su rendimiento corroboró las palabras del mallorquín, que sudó más de lo previsto.
Haase estrenó el set aparentemente tranquilo, realmente con muy poco que perder, y sirvió para asestar, como aperitivo, un juego en blanco al número 1, que venía prevenido ante el saque de su rival.
El holandés, que a lo largo del partido tuvo que recibir en un par de ocasiones tratamiento en la pista por unas aparentes molestias en la pierna derecha, aprovechó su única ocasión de rotura para desbaratar el saque del balear, hacer «break» y sellar el parcial inicial con 7-5.
En esa manga, Haase sumó nada menos que 13 «Aces» -finiquitó la contienda con un total de 28- frente a los 5 que consiguió Nadal en todo el partido y logró en ese set 18 golpes ganadores ante los 11 de Nadal, que cerró el encuentro con un total de 42 «winners», tres menos que el holandés.
Con un guión totalmente imprevisto, este lapso en el primer set no impidió que el zurdo español comentara nada más abandonar la Central que se encontró «muy bien mentalmente» aunque reconociendo que cualquier pulso con Haase supone «un desafío», como quedó hoy patente.
Tras ese contratiempo inicial, el campeón de Roland Garros modificó su esquema mental para afrontar su segundo parcial restando tres bolas de «break» y romper el servicio del 151 del mundo ya en el primer juego.
El segundo favorito recuperó la concentración y se hizo con el control absoluto del segundo set. Le costó poco lograr una indiscutible ventaja y con dos bolas de rotura convirtió el marcador en un 5-2 a su favor.
A partir de ahí, no mostró fisuras dramáticas, y se anotó el set por 6-2.
Haase, con un buen resto y una derecha imponente, y siempre sin perder su actitud «zen» frente al número 1, volvió a plantar cara al español. Con 3-2 a su favor y saque del balear, el holandés volvió a quebrar el servicio de Nadal para colocar el marcador en 4-2.
Con 4 «aces», el holandés se allanaba el tercer set para ponerse en 5-3, e imponerse al español también en esta manga, a la que Nadal dio la réplica a continuación con un contundente 6-0 en el cuarto set, donde volvió a brillar la pericia del pentacampeón de Roland Garros.
Haase mostró muestras de dolor durante el parcial definitivo, que se llevó el balear por 6-3 y visibles muestras de satisfacción ya que, como él mismo indicó al terminar, hoy estuvo «muy cerca de perder».
Nadal se mostró «muy satisfecho» tras su sufrida victoria. «Estoy muy feliz por el resultado y por mi juego. Creo que he jugado bastante bien, pero me ha sorprendido su servicio y me ha sido imposible cerrar el partido antes. Ha sido una buena prueba para los próximos partidos, que afrontaré con mucha ilusión», comentó el balear en declaraciones concedidas a pie de pista.
Asimismo, el manacorense, segundo favorito en el All England Club pese a su condición de número uno del mundo, reconoció que el neerlandés le «sorprendió» en el tercer set al impedirle restar con comodidad con su «fino» servicio, con el que computó un total de 28 'aces'.
«Es (Haase) muy buen jugador y muy peligroso en estas superficies. Desde la primera manga me ha sorprendido su servicio y he visto que sería muy difícil restarle. Pero esto es lo que tiene la hierba, que propicia resultados cerrados y no sabes lo que puede pasar», argumentó.
Por último, Nadal no quiso comparar sobre su actual estado de forma con respecto a la que le catapultó en 2008 al título, aunque afirmó que está en el buen camino. «No sé si estoy en mejor forma física que en 2008. Entonces gané, pero no quiero comparar porque es totalmente distinto», zanjó.