Rafa Nadal debutó en el Abierto de Estados Unidos con una trabajada victoria ante el jugador ruso Teymuraz Gabashvili por 7-6(4), 7-6(4) y 6-3, tras 2 horas y 54 minutos de juego.
Desde el arranque del primer set se comenzó a intuir que el partido no iba a ser nada fácil para Nadal. El jugador ruso se mostraba muy firme con su servicio y jugaba muy agresivo, con golpes planos muy duros (19 golpes ganadores en la primera manga) y efectivas subidas a la red, que ponían en dificultades al español.
Ambos jugadores apenas dieron concesiones con su servicio, ya que cada uno disfrutó de una sola bola de rotura que no aprovecharon, lo que llevó a una irremediable a la muerte súbita, en la que Nadal se mostró muy agresivo para apuntarse el parcial por 7-4.
La segunda manga fue un calco de la primera. El tenista mallorquín no encontraba la manera de contrarrestar el servicio del jugador ruso, aunque tuvo su oportunidad en el duodécimo juego, en el que disfrutó de dos puntos de set con un 15-40, pero a Gabashvili no le tembló el pulso y forzó una nueva muerte súbita, que de nuevo fue para el español por 7-4.
En el tercer parcial, el jugador ruso no varió un ápice su estrategia a pesar de su desventaja. Seguía dando 'palos' a la mínima ocasión y con un alto porcentaje de acierto. Nadal consiguió la ansiada rotura en el séptimo juego y ahí se acabó el partido tras apuntarse por 6-3 el parcial, después de una nueva rotura de servicio.
Su rival en segunda ronda será el uzbeco Denis Istomin, que ocupa el puesto 39 del ránking mundial y que llegó a Nueva York tras ser finalista en el torneo de New Haven, donde perdió ante el ucraniano Sergiy Stakhovski la primera final de su carrera.
Ambos jugadores ya se han enfrentado en esta temporada, en el único precedente entre ambos, en los dieciseisavos de final de Queen's, en un partido que Nadal necesitó los tres sets para ganar por 7-6(4), 4-6 y 6-4.
Declaraciones
Nadal admitió que el último 'Grand Slam' de la temporada es el que le da más problemas, aunque esto no es por la velocidad de las canchas de Flushing Meadows, sino por que las pelotas tan ligeras que se utilizan, que no se adaptan a su juego.
«Es más difícil para mí, pienso que es especialmente por la pelota. La pelota es más fácil de jugar para los jugadores con tiros planos, eso es mucho más fácil que para aquellos que juegan con 'topspin'. Esa es la única cosa, pero gané en los Juegos Olímpicos con esta pelota y en Pekín en 2005, así que lo puedo hacer», aseguró Nadal.
El balear reconoció que conocía «muy bien» a su primer rival, el ruso Teimuraz Gabashvili, al que derrotó 7-6(4), 7-6(4), 6-3, y que sabía que jugaría «de forma agresiva». «Siempre intenta hacer grandes tiros», advirtió.
Además, el número uno del mundo indicó que debe concentrarse en su «servicio» para así poder «tener opciones» al resto. «Es difícil ir a la primera ronda y jugar de manera agresiva como si estuvieras jugando la final, porque necesitas la seguridad durante el torneo para jugar como lo harías durante una final», afirmó el español, que debe intentar mejorar sus prestaciones al resto.
«Cometí errores terribles en los puntos de 'break' y por eso me marché a los 'tie-breaks', pero esto también es importante para la confianza porque creo que los jugué bien», concluyó el manacorí.