Maltratado por las circunstancias y con una parte notable de su ejército pendiente del ajetreo del mercado, el Mallorca se ha propuesto regatear a la lógica. El conjunto balear, que de un tiempo a esta parte se ha especializado en puntuar en los mejores hogares de la Liga, asume esta tarde la misión más compleja del ejercicio, el más difícil todavía. Con un manual erosionado por la bajas y todo un equipo sujeto por alfileres, los de Michael Laudrup intentarán acceder a un territorio prohibido para conquistar un recinto en el que nadie ha puntuado hasta el momento. La ristra de inconvenientes resulta esta vez infinita, pero las gestas más recientes del grupo tampoco cierran la puerta de la sorpresa. Ni mucho menos (Santiago Bernabéu, GolT y Canal + Liga, 19.00 horas).
Parches
Cruzará el Mallorca el ecuador del campeonato con los argumentos justos. Los imprevistos que ha ido apilando durante la semana en forma de lesiones y sanciones van a provocar que desafíe al Madrid con una formación llena de parches. Sin Martí, De Guzman, Víctor o Pau Cendrós, al preparador mallorquinista no le queda más remedio que improvisar. Y aunque no lo hará en el mejor escenario posible, todo apunta a que el escandinavo le sacará punta a su grupo para dar la cara en Chamartín y formalizar otro paso en el trayecto hacia la calma.
No obstante, no quedará una línea del campo que no sea modificada a la fuerza. Ratinho, desaparecido últimamente en beneficio de Cendrós, retomará el hilo de la campaña en el lateral derecho, donde coincidirá con los elementos más desequilibrantes del cuadro madridista, como Cristiano Ronaldo o Di María. Estará protegido, eso sí, por el resto de habituales en la zaga, ya que Nunes, Ramis y Kevin acorazarán una defensa que probablemente tendrá más trabajo que de costumbre.
De cintura para arriba es donde se acumulan los mayores problemas. Sin la ayuda de sus socios con más peso en la sala de máquinas, Joao Victor tendrá que cargar con la misión de patronear el juego bermellón. Y según los ensayos que ha llevado a cabo Laudrup en su laboratorio de Son Bibiloni, tendrá como ayudante a Sergio Tejera, un chaval que creció en el conjunto nodriza del Chelsea...de Mou, que se estrenaría como titular en Primera después de ofrecer destellos interesantes en la Copa.
Además de la presión habitual, al catalán le tocará lidiar con los ideólogos del cuadro merengue en el que será el mayor examen de su carrera. A los costados se instalarán otros dos emergentes valores de la cantera rojilla, Nsue y Pereira, mientras que Castro, que parecía tener los dos pies fuera del club para emprender una nueva aventura, se ofrecerá como enganche ante Pierre Webó, que ejercerá como el único atacante puro en la propuesta balear.
En la convocatoria que redactó Laudrup antes de partir hacia la capital sobresalen esta vez los nombres de Tuni, Cavenaghi y Sergi Enrich. El 'solleric', cuyo futuro también se encuentra lejos de Son Moix -todo indica que jugará en el Nàstic de Tarragona-, todavía no ha desprecintado sus estadísticas y si el guión del encuentro le reclama podría sellar oficialmente su despedida vestido de rojo.
Cavenaghi
El argentino, por su parte, también atraviesa por una situación similar. Los dirigentes de Internacional de Porto Alegre dan por hecho su fichaje y presumen de su presencia en la próxima edición de la Copa Libertadores, aunque el argentino, que se niega a valorar públicamente esa opción, viajó con el resto de la expedición que se alojaba anoche en un céntrico hotel de Madrid.
En cambio, al menorquín Sergi Enrich, que ya participó en el duelo ante los blancos de la primera jornada, le llega otra oportunidad gigantesca. Completará el banquillo y podría tener minutos en el segundo tiempo si las cosas se ponen feas. Así y además de los ya mencionados, sólo se quedaron en Palma el japonés Akihiro Ienaga (todavía no ha podido ser inscrito debido a su condición de extracomunitario), Corrales y los canteranos Pina y Tomeu Nadal.
Del colegiado, Iturralde González, una buena noticia en medio de su picante trayectoria. Ya fue testigo de aquel 2-3 logrado por el Mallorca en Chamartín en la campaña 2003-04 y, hace apenas un par de meses, en el 5-0 sufrido por el Madrid ante el Barça... ¿Quién dijo miedo?