El entrenador del Real Madrid, José Mourinho, se mostró irónico al referirse a las manifestaciones de Pep Guardiola, en las que se refirió al acierto del asistente en el gol anulado a Pedro en la final de la Copa del Rey, considerando que el entrenador del FC Barcelona ha creado un tercer grupo de técnicos, los que «critican el acierto», algo que «nunca había visto».
Por eso, cree que más importante que la designación del alemán Wolfgang Stark y de la «presión que han hecho para que no fuera (su compatriota Pedro) Proença» es el «inicio de un nuevo ciclo": «Hasta ahora teníamos dos grupos de entrenadores, uno muy, muy pequeñito, que no habla de los árbitros, luego un grupo grande, donde estoy yo, que critica a los árbitros cuando tienen errores importantes, gente que no controla su frustración y los critica, pero también que estamos felices de halagar un gran trabajo».
«Y ahora --anunció-- con las declaraciones de Pep entramos en una nueva era, la de un tercer grupo, que en estos momentos sólo tiene una persona, que es criticar el acierto del árbitro, esto nunca lo había visto».
«A partir de hora, él tiene muchos seguidores por el fantástico fútbol que su equipo juega y el fantástico entrenador que es y vamos a ver si le siguen en ese grupo que critica el acierto del árbitro», consideró.
El portugués, que considera que esas palabras «tienen una profundidad grande» las argumenta en el cambio de rumbo de la suerte de los azulgrana con el colectivo arbitral: «Creo que es consecuencia de que en su primera temporada como entrenador ha vivido el escándalo de Stamford Bridge y desde ese momento no está contento con el acierto de los árbitros».
«El año pasado el Inter jugó con diez durante más de una hora y este, cuando estaba con un pie fuera, pasó lo que pasó con el Arsenal. Y en la final de Copa, donde un árbitro auxiliar tiene una decisión fantástica, correctísima, dificilísima, él critica una decisión acertada», se asombró.
«QUE STARK TENGA CALIDAD Y SUERTE».
Por eso, considera que el hecho de que sea Proença, Stark u otro da igual. «Que tenga mucha suerte, que los jugadores lo puedan ayudar, que sea un partido de otro mundo, con una emoción de otro mundo y un árbitro muy bueno es lo que espero y deseo», le deseó.
En otro orden de cosas, eludió responder a las manifestaciones de los jugadores del FC Barcelona sobre los árbitros, y se limitó a desear al alemán que «tenga la calidad y la suerte para estar acertado». «No deseo que ayude a mi equipo, ni que tenga errores a nuestro favor. Deseo que sea un partido después del que los dos equipos estemos contentos, aunque con Pep parece imposible porque para que él esté contento parece que el árbitro se tiene que equivocar», zanjó.
Finalmente, negó que ahora los árbitros se hayan convertido en sus «amigos». «Les critico creo que se equivocan, tal vez sea una mala cualidad, pero es algo que es mío. El único que es mi amigo es Mark Halsey, el árbitro inglés que sufrió un cáncer», acabó.