Los equipos de Fórmula 1 han puesto rumbo a China sin saber si su viaje de regreso llegará a Bahréin para el siguiente Gran Premio la semana próxima, en medio de temores por la seguridad y crecientes pedidos para la cancelación de la carrera.
Fuentes de las escuderías dijeron a Reuters que algunos obviaron los rodeos y reservaron individualmente sus vuelos de regreso vía Abu Dabi, Dubái u Omán, con reservas alternativas para la última parte del retorno de Shanghai. Eso les permitiría evitar el paso por Bahréin en caso de que la carrera sea cancelada.
Otros dijeron que esperan que el Gran Premio de Bahréin, donde las protestas contra la familia gobernante se han sucedido diariamente con activistas pidiendo la cancelación de la carrera, continúe según lo programado y por ello mantuvieron sus planes. «Vamos a ir y eso es todo», dijo un miembro de un equipo. «Si la carrera se cancela, lidiaremos con eso», agregó.
Un reportaje del periódico británico 'Times' indicó que ciertos equipos habían dado a «cientos de ingenieros, mecánicos y equipo de abastecimiento» dos grupos de billetes: uno de vuelta directo desde China y otro vía Bahréin. Eso fue considerado excesivo para algunos.
«Quizás algunos equipos puedan hacerlo, pero no es algo que nosotros vayamos a hacer», aseguró un miembro de uno de los equipos menos ricos de la F1 mientras esperaba un vuelo en el aeropuerto de Heathrow, en Londres. «Eso costaría un brazo y una pierna. Nosotros definitivamente no tenemos ese dinero», agregó.
La entidad que rige el deporte, la Federación Internacional del Automóvil (FIA); el director comercial de la F1, Bernie Ecclestone, y organizadores de Bahréin han dicho que la carrera del 22 de abril se mantiene. Los equipos que tienen base en Gran Bretaña también han respaldado el evento públicamente, a pesar de dudas evidentes.
«Me siento muy incómodo por ir a Bahréin», admitió el lunes al diario 'Guardian' un director de equipo que no fue nombrado. «Si tengo que ser muy franco, la única manera de que puedan cancelar esta carrera sin incidentes es teniendo un bloqueo militar total allí. Y creo que sería inaceptable, tanto para la Fórmula 1 como para Bahréin», continuó.
El directivo fue contundente respecto de la carrera. «Todos estamos esperando que la FIA la cancele», confesó. «Desde un punto de vista puramente legal, en términos de seguridad y asesoramiento gubernamental, tenemos vía libre para ir. Pero lo que nos preocupa es que hay problemas ocurriendo todos los días», se sinceró.
Un portavoz de la FIA dijo a Reuters el pasado fin de semana que el organismo rector estaba «constantemente vigilando y evaluando la situación» y que tenía contactos diarios con las embajadas extranjeras y las autoridades de Bahréin.
Huelga de hambre
Un portavoz de McLaren, cuyo equipo es en parte propiedad del fondo soberano de riqueza de Bahréin -Mumtalakat-, dijo que cualquier decisión dependía de la FIA. «Es el campeonato mundial de Fórmula 1 de la FIA y vamos a esperar que la FIA nos guíe», remarcó.
Bahréin ha padecido disturbios civiles desde un levantamiento ocurrido en febrero del año pasado y la situación se ha vuelto cada vez más tensa en las últimas semanas, mientras la fecha de la carrera se acerca.
Más de 5.000 manifestantes y la policía se enfrentaron el viernes cerca de la capital, Manama, donde los presentes exigieron la liberación del prisionero Abdulhadi al-Khawaja. Abdulhadi ha estado en huelga de hambre más de 60 días y fue trasladado el viernes a un hospital militar en condiciones delicadas.
Se espera que el presidente de la FIA, Jean Todt, esté presente en China, al igual que Ecclestone, y probablemente haya una serie de reuniones en el sector de equipos en Shanghái.
«El viernes ha sido el día más complicado de protestas en Bahréin, así que el sábado parece ser el día más probable para cualquier reunión de emergencia (en Shanghái)», comentó un miembro de un equipo.
El Gran Premio de Bahréin del año pasado fue varias veces reprogramado y luego cancelado por sus organizadores debido a los hechos de violencia ocurridos en el país asiático. El presidente del circuito, Zayed Alzayani, dijo el mes pasado que la carrera aporta 220 millones de dólares -en forma directa- a la economía local y 400-500 millones de manera indirecta.