Un partido completo, lo que le demandaba su técnico, Gerardo 'Tata' Martino, fue lo que ofreció este sáabdo el Barça ante el Rayo Vallecano (6-0), en un encuentro con Leo Messi y la pareja Andrés Iniesta y Cesc Fàbregas como protagonistas absolutos en el regreso de Neymar da Silva.
Volvió a gustarse el Barça y ha reaccionado después de aquel aviso ante el Valencia. Messi anotó dos tantos y es el tercer máximo goleador de la historia de la Liga con 228, los mismos que Raúl, y por detrás de Hugo Sánchez (234) y Zarra (251).
Desde que la Liga se había convertido en una lucha entre tres equipos, todos ellos empatados a puntos, 'Tata' Martino había advertido que el campeonato se iba a convertir en un juego de los errores, el equipo que menos cometiera, partiría con ventaja.
Lo dijo el técnico después de la sorprendente derrota ante el Valencia y de la posterior del Atlético de Madrid en Almería. A diferencia de su último encuentro en casa, el Barça mantuvo la intensidad desde que salió de la caseta, tanto que en la primera acción de peligro, marcó.
Fue en una diagonal de Adriano, de esas que de tanto en tanto se marca el lateral zurdo del Barça y que culmina con un disparo cruzado al palo largo. Como otras veces, su remate sorprendió al meta (1-0, en el minuto 2).
No reservó a demasiados efectivos Martino pensando en el partido ante el City del martes. Xavi se quedó en la grada, Mascherano y Alba, otros titulares, inicialmente en el banquillo, pero la espina dorsal del equipo se mantuvo.
Enfrente un Rayo descarado, un equipo que no rifó ni un balón, intentó jugarlas todas, pese a la voracidad del Barça, que cada vez presionaba más arriba y obligaba a jugar con mucho riesgo a la pareja de centrales (Saúl y Ze Castro), incluso a Rubén.
Dirigidos por un estelar Iniesta, con Messi mucho más entonado en el plano físico, Alexis y Pedro como puntas de lanza y Cesc como pasador,los azulgrana aprovecharon todos los espacios que dejaba la desarbolada defensa rayista.
Messi y Pedro tuvieron dos claras ocasiones antes del minuto 17, en dos remates que dieron en los palos y el Rayo, por medio de Falqué, dispuso de una gran ocasión abortada por Víctor Valdés, quien enmendó un error defensivo de Puyol (m.27).
La clase de Iniesta convirtió el partido en un monólogo azulgrana en el cuarto de hora final del primer tiempo. Pases sobre Pedro y Alexis e interiores buscando a Messi. En realidad, todo el eje delantero buscaba a Leo y lo encontró Cesc Fábregas.
En una jugada de transición, el cuatro del Barça le dio un pase en ventaja al argentino, quien firmó una obra de arte. Leo, cual jugador de fútbol sala, picó el balón sobre la salida de Rubén para marcar el 2-0 (m.37), era su 337 tanto con la camiseta azulgrana y batió la marca de Zarra, máximo anotador histórico de un jugador con la camiseta de un club español.
La esencia del juego de toque del Barça vivió su momento culminante en el primer cuarto de hora de la segunda mitad. Marcaron los azulgrana dos nuevos tantos con las señas de siempre: presión, recuperación, rápida circulación y definición.
Así llegó el 3-0, obra de Alexis Sánchez (15 en Liga), tras asistencia de Messi; y también el 4-0 en una acción entre Cesc, Iniesta y culminada por Pedro tras otra asistencia de Cesc, su segunda del partido.
Con el partido decidido, Martino puso a Neymar y el brasileño engordó sus estadísticas con una asistencia a Messi para el 5-0 (m.68) con el que el argentino igualó con el madridista Raúl como tercer máximo goleador de la historia de la Liga con 228.
El argentino fue sustituido por Tello a un cuarto de hora de final. Está Messi en un buen momento, un reflejo de cómo se encuentra el equipo, ahora que llega el momento de la verdad.
Al final, Neymar cerró el partido con un golazo, tras una acción individual en el minuto 88, culminada con un disparo desde fuera del área a la escuadra. Todo fueron buenas noticias para los azulgrana, que volvieron a gustarse y desaprovecharon un buen número de ocasiones para conseguir aún una goleada mayor.