El español Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1), segundo mejor tiempo en el circuito argentino de Termas de Río Hondo tras Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V), reconoció que éste "va muy fuerte, tiene más confianza que el año pasado, lo cual es lógico porque es su segunda temporada".
"Nosotros estamos peor de lo esperado, aunque aquí parece que hemos encontrado una solución, pero ahora estamos lejos de Marc y un poco también de Dani, pero la carrera es larga y pueden suceder muchas cosas", reconoció el campeón del mundo de MotoGP en 2010 y 2012.
En cuanto al rendimiento de los neumáticos Jorge Lorenzo dijo no saber si "realmente es muy abrasivo o simplemente cuando estaba sucio creaba mucho bolas en el neumático".
"Afortunadamente ha ido mejorando, hay menos suciedad, y ese problema ha desaparecido casi al ciento por ciento pero si la carrera hubiese sido el viernes o el sábado, seguramente habría sido muy complicado", manifestó el piloto de Yamaha.
Jorge Lorenzo reconoció que tenía que mejorar "la frenada", ya que sigue siendo su "punto pendiente para intentar ir más rápido, como sucedía el año pasado, que había algunos puntos donde podías aprovechar para reducir esa distancia, pero este año por algunas razones esa distancia se ha incrementado".
En general, el piloto de Yamaha afirmó que "será complicado mejorar el motor, porque los cinco están congelados, pero habrá que mejorar el chasis o la electrónica".
En cuanto al consumo de combustible Jorge Lorenzo dijo que todavía no habían pensado en eso -afirmación tras la cual Marc Márquez, con una sonrisa le espetó "¡venga va!"- para agregar entre sonrisas que tenía que "hablar de ello todavía con Ramón (Forcada). No estoy mintiendo", dijo Lorenzo.