El holandés Lars Boom, del equipo Belkin, se impuso en la quinta etapa del Tour de Francia, entre Ypres y Arenberg, con siete tramos adoquinados, en la que el italiano Vicenzo Nibali salió muy fortalecido y mantuvo el maillot amarillo.
El ciclista del Astana entró tercero en la meta a 19 segundos del vencedor y acompañado de su compañero de equipo Jakob Fulglsang y salió muy reforzado de una dura etapa, una copia en pequeño de la París-Roubaix en medio de unas difíciles condiciones climáticas, con fuertes lluvias que provocaron numerosas caídas.
El principal damnificado fue el británico Chris Froome, vencedor de la pasada edición y que sufrió dos caídas, tras la que ya le había mermado físicamente la víspera, lo que le obligó a retirarse.
Otros sufrieron menores consecuencias. Alberto Contador, ganador de las ediciones de 2007 y 2009, se quedó descolgado en el segundo tramo adoquinado y tuvo problemas mecánicos en su bicicleta, con lo que perdió 2.35 segundos con el italiano y ahora está a 2.37 en la general.
Alejandro Valverde, que sufrió una caída e hizo buena parte de la etapa con la bicicleta de su compañero José Joaquín Rojas, más pequeña que la suya, entró en la meta a 2.09 de Nibali y ahora es el español mejor clasificado de la general, décimo a 2.11.
Segundo en la acumulada es el danés del Astana Fulglsang, a 2 segundos de su jefe de filas, por delante del checo Peter Sagan, a 44 segundos.
Pero la victoria fue para el holandés Boom, de 28 años, campeón del mundo de ciclocrós en 2008 y que supo negociar los tramos adoquinados en medio de la lluvia y las difíciles condiciones climáticas.
El ciclista del Belkin, campeón del mundo sub'23 contrarreloj en 2007, consiguió su primer triunfo en la ronda gala tras haber ganado una etapa en 2009 en la Vuelta a España.