El torneo de tenis de Queen's (Londres) brindó una aciaga bienvenida a Rafael Nadal, derrotado este martes (6-3, 6-7 y 6-4) en la primera ronda por el ucraniano Alexandr Dolgopolov en una cita en la que el español no comparecía desde 2011.
De ese año databa la anterior presencia de Nadal en el club londinense, donde triunfó una vez pese a acumular, con el de hoy, seis intentos. Fue en un lejano 2008 -año en el que estrenaría su palmarés sobre la hierba de Wimbledon-, en la única ocasión en la que superó la ronda de cuartos de final, su techo en sus otras cuatro apariciones en Queen's.
Fallido fue el regreso de Nadal, sorprendido en el arranque del duelo por la vigorosa propuesta de Dolgopolov, cuyo juego no se corresponde con su ránking actual. Número 79 en la clasificación de la ATP, el ucraniano exhibió el poderío de su servicio y con recurrentes subidas a la red construyó un colchón de tres juegos ante el reciente campeón del torneo de Stuttgart.
Esa diferencia resultó insalvable para el tenista de Manacor, incapaz de quebrar la solidez de su oponente, amenazante al resto -dispuso de cuatro ocasiones de rotura en la primera manga aunque solo convirtió una- y certero con su saque.
Por un elocuente 6-3 cerró el primer parcial Dolgopolov, aupado por el recuerdo de su último compromiso ante el exnúmero uno del mundo. El pasado año en Indian Wells estrenó el ucraniano su contador de victorias sobre Nadal, quien le había doblegado en los cinco anteriores encuentros.
Arropado desde el graderío por el rey Juan Carlos y por el entrenador portugués del Chelsea inglés Jose Mourinho, Rafa Nadal creció en agresividad y precisión, decidido a esquivar un marcador adverso en Queen's.
Deseoso de títulos, de conquistas y, sobre todo, de puntos que le permitan abandonar la décima posición de la clasificación mundial, el español afinó su servicio -ganó en blanco los tres primeros juegos disputados con su saque y con suma comodidad el cuarto-, confiado en trasladar al resto esta mejoría.
Permaneció, sin embargo, imperturbable su adversario hasta el 6-6. El desempate se presentó como un desafío a cara o cruz para Rafa Nadal, a quien un error no forzado negó el 1-4.
Volteó la situación Dolgopolov (4-3) antes de ponerse a solo dos puntos de su segundo triunfo sobre el español.
Su primero punto de partido llegó al resto pero, con un 6-5 adverso, el nueve veces ganador de Roland Garros apostó con rotundidad por su primer servicio.
Dos puntos ganados de manera consecutiva devolvieron la iniciativa al quinto favorito que, con la complicidad del ojo de halcón en su primer punto de set, se adjudicó la manga por 6-7 (6).
Con un resbalón inauguró el definitivo parcial Rafa Nadal. Esa acción enrabietó al zurdo mallorquín, que en el decimotercer juego al resto pudo festejar, por fin, un éxito (1-2).
Lejos de entregarse, el jugador nacido en Kiev hace 26 años reencontró la igualdad en el octavo juego tras haber desperdiciado, con 3-4 y 30-40, una primera oportunidad.
Las imprecisiones se adueñaron del irregular pero talentoso tenista ucraniano, tan capaz de neutralizar dos puntos de rotura como de regalar a un errático Nadal un tercero.
La pérdida del noveno juego, sin embargo, desarmó al español, derrotado con su servicio con el definitivo 6-4 tras dos horas y trece minutos.