La policía registró la sede de la asociación alemana de fútbol (DFB) en Fráncfort este martes y registró los hogares de varios funcionarios en una investigación por acusaciones de evasión fiscal vinculada a la adjudicación de la sede del Mundial del 2006, dijeron fiscales.
Los registros se centraron en los 6,7 millones de euros que la DFB transfirió a la FIFA en 2005, agregando un capítulo más a las investigaciones de Suiza y Estados Unidos por supuesta corrupción en la adjudicación de los Mundiales de 2018 y 2022 a Rusia y Qatar, respectivamente.
Fiscales dijeron que el presidente de la DFB, Wolfgang Niersbach, su predecesor, Theo Zwanziger, y el ex secretario general, Horst Schmidt, son sospechosos de evasión fiscal por no registrar de forma adecuada el pago en las devoluciones de impuestos. Sus abogados declinaron hacer comentarios.
«El fiscal estatal de Fráncfort inició una investigación por sospechas de evasión fiscal en una forma especialmente grave en relación con la adjudicación del Mundial de 2006 y la transferencia de 6,7 millones de euros del comité organizador del Mundial a la FIFA», dijo el fiscal en un comunicado.
La pesquisa se generó tras un reporte en octubre de la revista Der Spiegel, que sugirió que se usó un fondo paralelo para comprar votos para la candidatura alemana en el año 2000.
La información alegaba que el fallecido presidente ejecutivo de Adidas Robert Louis-Dreyfus prestó el dinero al comité alemán para comprar votos. Alemania ganó a Sudáfrica solo por un voto.
«La DFB ofreció a los investigadores toda su cooperación para aclarar las acusaciones», afirmó la asociación en un comunicado. «La oficina del fiscal dijo que los allanamientos forman parte de una investigación por sospechas de un delito fiscal. La DFB como tal no está entre los acusados».
El fiscal dijo que el pago del 2005 fue registrado en la devolución de impuestos como un gasto operativo, denominación con la que se evitó el pago de varios otros impuestos.