El piloto español Carlos Sainz (Toro Rosso) ha declarado que su abandono este domingo nada más iniciarse el Gran Premio de Bélgica de la Fórmula 1 es una «pena» porque tras la buena salida que había hecho, en la que consiguió remontar siete posiciones, tenía la «oportunidad» de sumar puntos.
«Ha sido una corta carrera. Es una pena, porque después de la buena salida que habíamos hecho había oportunidad de sumar puntos, era justo lo que necesitábamos, una carrera loca con banderas rojas, 'safety car'.., así que estoy bastante decepcionado. Estoy contento porque desde el catorce nos hemos llegado a poner séptimos, que se te pinche el neumático en la vuelta uno da mucha rabia», se lamentó Sainz ante los medios.
Por otra parte, el español no ha sido el único accidentado en la alocada salida que se dio en Spa-Francorchamps y muchos más pilotos tuvieron que abandonar. Ante este problema y la gran cantidad de trozos de monoplaza que había en el asfalto, dirección de carrera podría haber adelantado su decisión de sacar banderas y el 'safety car'.
«Ya se hablará en el próximo 'meeting'. No voy a culpar a la FIA ni mucho menos. Llevaba el neumático pinchado desde la curva uno y he tenido que hacer 'Eau Rouge' con el neumático pinchado y ya me ha explotado al final de la recta. Había mucha adversidad y quizá lo podrían haber anticipado un poco, me hubiese venido bien», explicó el madrileño.
Aún así, el piloto de Toro Rosso ha evitado las polémicas y ha destacado que sí han decidido sacar el 'safety car' ha sido por su pinchazo, y que esta decisión la tomaron para salir a «limpiar todo» lo que pudo dejar Sainz en el asfalto tras su accidente.
«Yo creo que después de una salida tan caótica, lo más inteligente es dejar que corramos hasta la mitad del circuito y luego ya se forma el trenecito sacar el 'safety car' virtual porque si no llego a haber pinchado en 'Eau Rouge', me pego la misma leche que el pobre Magnussen», comentó en relación al fuerte accidente del danés poco después.
Además, el madrileño tuvo la mala suerte de que poco después de su abandono izaran la bandera roja, por lo que podría haber vuelto a la carrera, pero Sainz no se lamenta por este hecho pues veía imposible que su monoplaza continuara en pista. «Ya se había roto el alerón y todo, no había manera, hasta que lo he visto he intentado llegar porque sabía que iba a ser una carrera loca», finalizó.