Cualquiera querría intercambiarse la camiseta con un crac de la talla mundial de Leo Messi. Incluso ídolos del madridismo como Raúl o Íker Casillas.
El delantero del FC Barcelona ha generado muchos miles de comentarios y reacciones en Facebook este martes, al publicar una fotografía en la que aparece con su hijo mayor Thiago en una habitación de su residencia muy especial.
En ella guarda numerosas camisetas de futbolistas que, durante su trayectoria se las han cambiado por la suya al finalizar un encuentro.
El espacio central está ocupado por sus elásticas, dos azulgranas y dos albicelestes. Cerca de ellas están las de Cesc Fàbregas y Gerard Piqué, aledañas a las de algunos compatriotas: Diego Milito, Kun Agüero, Pablo Aimar o Di María, que a su vez ocupan espacios centrales de la estancia.
Destacan además la del eterno capitán de la Roma, Francesco Totti, o la del portero ex del Real Mallorca, Leo Franco.
A su vez, el techo y el suelo de este auténtico santuario están decorados con otras muchas camisetas que atestiguan su privilegiado paso por el fútbol mundial.