El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, reconoció este lunes que «seguramente» se equivocó al besar a la jugadora Jenni Hermoso en la entrega de medallas de campeonas del mundo, «un momento de máxima efusividad» y «sin ninguna mala fe», aunque insistió en que debe «aprender y entender que cuando uno es presidente tiene que tener más cuidado».
«Estamos ante un hecho histórico, uno de los días más felices del fútbol español. Campeones del mundo, una barbaridad. Para esto llevamos trabajando mucho tiempo y nos sentimos orgullosos. Pero también hay un hecho que tengo que lamentar y es todo lo que ha ocurrido entre una jugadora y yo con una magnífica relación entre ambos y donde seguramente me he equivocado», arrancó Rubiales en un vídeo de la RFEF.
El mandatario explicó que «en un momento de máxima efusividad» y «sin ninguna mala intención ni mala fe» besó a la futbolista en los labios «de manera muy espontánea». «Aquí lo veíamos algo natural, normal, pero fuera parece que se ha formado un revuelo», admitió.
«Hay gente que se ha sentido por esto dañada, tengo que disculparme, no queda otra. Y además aprender de esto y entender que cuando uno es presidente de una institución tan importante como la Federación, pues tiene que, sobre todo en ceremonias y en este tipo de cuestiones, tener más cuidado», manifestó Rubiales.
Además, el presidente de la RFEF valoró sus declaraciones después de la entrega de medallas y el trofeo a distintos medios, en la que calificó de «gilipollez» o «idiotez» el episodio. «Aquí dentro nadie le daba la más mínima importancia. Pero fuera sí que se lo han dado. También quiero disculparme ante esas personas, porque entiendo que si desde fuera se ha visto de otra manera, seguramente tendrán sus motivos», se disculpó.
«Y por último, estoy apenado, porque ante el mayor éxito de nuestra historia en el fútbol femenino y uno de los mayores en general, esto haya empañado en cierto modo la celebración. Yo creo que hay que darles el mérito a estas mujeres, al equipo liderado por Jorge Vilda, y esto se tiene que celebrar por todo lo alto», zanjó sus declaraciones Rubiales.
El mandatario del fútbol nacional besó a Hermoso en la entrega de medallas después de ganar el Mundial este domingo, un hecho que provocó una cascada de valoraciones y críticas en redes sociales en la esfera política.
Por este episodio, el ministro de Cultura y Deporte en funciones, Miquel Iceta, y la de Igualdad y la de Derechos Sociales y Agenda 2023, Irene Montero e Ione Belarra, respectivamente, pidieron su dimisión. Las miembros de Podemos, incluso, hablaron de «una forma de violencia sexual» que sufren las mujeres «de forma cotidiana y hasta ahora invisible». «No podemos normalizarlo», escribieron en redes sociales.