El director de la selección masculina de fútbol, Albert Luque, imputado en el 'caso Rubiales', ha presentado un escrito ante el juez instructor indicando que dado que los hechos que se le achacan a él habrían tenido lugar en Ibiza, la Audiencia Nacional sería incompetente para investigarlos por lo que pide que se envíe la parte de la investigación que le afecta a los juzgados ibicencos.
En un escrito presentado este martes, al que ha tenido acceso Europa Press, la defensa de Luque indica que al amparo del artículo 26 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim) «promueve una cuestión de competencia por declinatoria a favor de los juzgados de la ciudad de Ibiza de los hechos atribuidos a Albert Luque en el seno de las presentes actuaciones».
El exfutbolista del RCD Mallorca y del Málaga CF, entre otros, declaró el pasado 24 de octubre por ser uno de los que presuntamente habría coaccionado a la jugadora de la absoluta Jenni Hermoso para que restara trascendencia al beso en la boca que le propinó el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales en la entrega de trofeos del Mundial.
Para la defensa de Luque, de las diligencias de investigación practicadas hasta la fecha se evidencia «que la conducta atribuida a su persona se habría desarrollado únicamente en la localidad de Ibiza» y añade que así lo «ha reconocido la propia denunciante, la Jennifer Hermoso». «No consta indicio alguno de la participación del Señor Luque --ni relación-- en las conductas atribuidas al resto de investigados», apunta.
Cabe recordar que el juez instructor Francisco de Jorge investiga a Rubiales como presunto autor de los delitos de agresión sexual y coacciones, y que durante la instrucción acordó imputar también al que fuera entrenador de la selección femenina Jorge Vilda, al director de Marketing de la RFEF, Rubén Rivera, y al propio Luque por las presuntas coacciones a la jugadora y a su entorno.
LA DECLARACIÓN DE LUQUE
Luque negó ante el juez que participase en las presuntas coacciones a la jugadora de la selección aunque sí reconoció, según las fuentes jurídicas consultadas por Europa Press, que trató de hablar con ella tras el incidente.
En su declaración como investigado ante el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 1, Luque solo contestó a las preguntas de su defensa y sostuvo que no se desplazó 'ex profeso' a la isla para hablar con la jugadora, que celebraba allí con otras compañeras la consecución del Mundial, sino que ya se encontraba presente en la isla.
Luque, en una declaración que duró menos de 30 minutos, reconoció que trató de hablar con Hermoso porque ambos tendrían una relación de amistad y no por encargo de Rubiales. Sin embargo, la negativa de la jugadora a hablar con él le llevó a mantener una conversación con una amiga de la propia Hermoso, Ana Belén Ecube.
En esa charla tanto Luque como Ecube habrían acordado mantener una conversación al día siguiente con Hermoso, un encuentro que finalmente no llegó a materializarse.
La petición de la defensa de Luque de mandar el asunto a los juzgados de Ibiza se produjo el mismo día en el que Hermoso declaraba ante el juez. La jugadora ratificó su declaración en Fiscalía y mantuvo que el beso que le propinó Rubiales tras ganar el Mundial no fue consentido y que se sintió coaccionada.
Fuentes jurídicas consultadas por Europa Press presentes en la declaración indicaron que Hermoso insistió en que el beso fue inesperado y en ningún momento consentido. Asimismo, reiteró que después del beso, tanto en el vuelo de vuelta a España como en su estancia en Ibiza, sufrió un atosigamiento constante que alteró su vida normal, produciéndole una situación de desasosiego y tristeza.