El pasado lunes 25 de marzo a las 16:26 horas, Dani Alves fue liberado bajo fianza de un millón de euros de la prisión de Brians 2, caminando unos pocos metros junto a su abogada, Inés Guardiola, hasta un coche que los esperaba para llevarlo a su domicilio en Esplugues de Llobregat.
Sin embargo, al llegar a casa, el jugador se encontró con una desagradable sorpresa. Según informó el paparazzi Jordi Martín desde afuera de su residencia en el programa de televisión 'El gordo y la flaca', su esposa Joana Sanz había abandonado la casa llevándose sus pertenencias. Parece que Joana no tiene intenciones de regresar con su esposo, lo cual ha afectado profundamente a Alves.
A pesar de esta situación, el jugador no estará solo, ya que contará con el apoyo de su familia más cercana, quienes han mantenido su confianza en su inocencia durante los últimos catorce meses. Según Martín, la familia de Alves, incluidos sus padres y hermanos, están volando hacia Barcelona para reunirse con él al día siguiente. Además, reveló que planean celebrar el cumpleaños del padre de Dani Alves juntos.
Aunque esta muestra de apoyo familiar pueda parecer extraña dadas las circunstancias, es importante recordar que la liberación de Alves es provisional, mientras se resuelven los recursos de las partes involucradas.