Como si hiciéramos un símil futbolístico, 2021 fue el año de la remontada histórica en términos laborales para nuestro equipo, si bien veníamos de las zona más baja de la tabla tras haberse desmoronado por completo la contratación el año anterior a consecuencia de la pandemia. Lo decíamos en su día, la incertidumbre provocada por la COVID-19 se encargó de marcar la pauta laboral durante todo el ejercicio, que tan solo tuvo algo de respiro en los meses centrales de la temporada alta pero que fueron prácticamente como un miraje en medio del desierto. La liga de 2021 fue completamente distinta, con dos periodos contrapuestos en los que todos los analistas económicos coinciden en afirmar que durante el primer semestre, se aplicaron fuertes restricciones en sectores como la hostelería con el objetivo de contener las distintas olas provocadas por la COVID-19 pero que cuando llegó el mes de junio, se abrió un periodo de fuerte expansión con unos datos de recuperación económica que nos hicieron avanzar con paso firme en el mercado laboral, como se apresuró a explicar el conseller de Model Econòmic del Govern balear, Iago Negueruela. Los siete meses consecutivos vividos de julio a diciembre, con indicadores positivos de creación de empleo récord, convirtieron a Balears en líder del conjunto nacional.
El mes de junio fue, en este sentido, el mes donde se produjo el despegue, trasladando una sensación de reactivación de la economía, especialmente la turística, con la pauta de vacunación generalizada entre la población y pensando, ahora sí, que lo peor había pasado y que solo podía ir a mejor. Solo hay que ver que durante el mes mayo, el paro registrado era un 93,7 por ciento superior al mismo periodo de dos años antes, especialmente en los sectores más castigados por la crisis de la COVID-19 como la restauración y la hostelería. Este optimismo basado en los buenos datos de recuperación del mercado laboral, con una reducción del 28% de los parados en junio (o del 56% de los demandantes de ocupación), se encargó de trasladar unos mejores niveles de contratación que se incrementaron un 142 por ciento entre junio de 2020 y 2021, como detallaban desde el Cercle d’Economia de Menorca en el análisis mensual del boletín de indicadores que lleva a cabo el economista Joan Sánchez a partir de los datos recogidos por el Observatorio Socioambiental de Menorca y el Institut d’Estudis Menorquins. Para entenderlo en cifras concretas tenemos al sector de la hostelería como gran generador de empleo, que llegó a firmar 2.075 contratos en junio, cifra que supuso 1.570 mas que el año anterior. También en el sector comercio se crearon 268 empleos más que en junio de 2020 y el resto de sector servicios también se encargaron de aportar 511 contratos más hasta alcanzar una cifra total de 1.153. Los datos históricos de esta remontada situaron la caída interanual del paro en un 30 por ciento y convirtieron a Menorca en unos de los territorios con mayor capacidad de reactivación, como también señaló en su momento el director general de Treball, Llorenç Pou.
Sin embargo, esta visión optimista escondía una recuperación no completa del todo ya que el nivel de desocupación era claramente preocupante, tal y como afirmaban desde el Cercle d’Economia cuya media de parados en 2021 estaba aún a niveles de 2014. “En términos de oportunidades laborales hemos retrocedido nada más y nada menos que siete años”, afirmaban. Y tampoco nos podemos olvidar de los 216 trabajadores de segmentos como las agencias de viajes, que casi dos años después que se aprobaran los primeros Expedientes de Regulación Temporal de Empleo todavía siguieron sin poder recuperar su empleo. Lo peor es que lo que nadie sabía es que, matemáticamente, la liga no estaba ganada y antes de que el árbitro pitase el final del partido acabaría quedando interrumpido por la aparición en el medio del campo de un cisne negro con el que nadie contaba: Putin.l