Las negociaciones para el Consell de Mallorca parecían encalladas hace sólo unos días, pero este lunes se ha aclararado el futuro de la institución insular, que pasa por el apoyo de las tres fuerzas de izquierdas -PSIB, Més y Podemos- a un ejecutivo cuya presidencia encabezará Miquel Ensenyat, el ex alcalde ecosoberanista de Esporles.
En la trade de este lunes se ha anunciado un acuredo para formar gobierno en el Consell de Mallorca y entre las distintas iniciativas el nuevo gobierno del Consell de Mallorca ha anunciado que no importará más basuras para quemarlas en la incineradora de Son Reus porque es una «barbaridad» y, además, creará una dirección general de Igualdad para luchar contra la violencia de género.
Además, el nuevo ejecutivo «redimensionará» el proyecto de ampliación de la carretera Llucmajor-Campos y mejorará las carreteras secundarias. En todo caso, se han acabado «las grandes infraestructuras viarias» como las «macrorotondas».
Así lo ha asegurado el nuevo presidente de la institución, Miquel Ensenyat, que ha anunciado este lunes que el socialista Francesc Miralles (PSIB-PSOE) será el vicepresidente primero de la institución y Jesús Jurado (Podemos) el vicepresidente segundo.
Los tres han comparecido ante los periodistas tras alcanzar un acuerdo estos partidos para gobernar la institución durante la nueva legislatura.
El Consell de Mallorca tendrá el mismo número de consellerias que con el PP -Presidencia y siete departamentos más-, o incluso una más.
El día 4 de julio, ha reafirmado Ensenyat, será el día en que tomarán posesión de su nuevo cargo él y todos los consellers del nuevo pleno del Consell de Mallorca.
Medidas
Una de las primeras medidas del nuevo equipo de gobierno será paralizar la importación de residuos, que desde el punto de vista medioambiental y de la imagen de una isla como Mallorca es una «barbaridad», ha dicho el nuevo presidente.
Por tanto, el consell dejará de percibir los ingresos por este servicio que puso en marcha el anterior ejecutivo del PP.
Además, el gobierno tripartito solicitará al Govern balear el traspaso de las competencias que aún no le han sido transferidas, como promoción turística, agricultura o deportes.
Sobre el proyecto viario Llucmajor-Campos, el nuevo ejecutivo lo hará, pero tendrá un impacto menor sobre el paisaje que el ideado por el PP.
«Olvidaos de las grandes infraestructuras viarias», ha comentado a los periodistas Ensenyat, que ha añadido que el nuevo gobierno apostará por la mejora de la seguridad de la red viaria secundaria de Mallorca.
En los próximos días, los tres partidos negociarán el organigrama del Consell y el reparto de departamentos, que no será el típico por cuanto en cada conselleria habrá miembros de las tres formaciones.
Se trata de crear equipos de trabajo «plurales, transversales y dinámicos de gente preparada», donde no haya departamentos estancos ni «capillitas», ha señalado el nuevo presidente.
Además, también se procurará incorporar a funcionarios que hasta ahora no habían sido invitados a participar en el gobierno de la institución porque no estaban adscritos a ningún partido político.
El objetivo del nuevo gobierno es «abrirse» a la ciudadanía y «escuchar» a las entidades y colectivos para procurar las mejores soluciones a los problemas.
«Si el Consell de Mallorca es el verdadero gobierno de la isla, lo que no se puede hacer es dar la espalda a los ciudadanos», ha mantenido Ensenyat, que ha comentado que, una vez que se decidió que Francina Armengol (PSIB-PSOE) fuera la nueva presidenta del Govern balear, la presidencia del Consell de Mallorca podía recaer en MÉS.
El nuevo número uno del Consell ha afirmado que el nuevo organigrama y el nuevo programa de gobierno para estos años son «muy ambiciosos», ha asegurado.