La presidenta de Baleares, Francina Armengol, se ha ofrecido este miércoles al jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, para ser puente de diálogo con la Generalitat de Cataluña con el fin de tratar de buscar soluciones a la crisis provocada por el proceso soberanista.
Armengol le ha trasladado esta oferta en la reunión mantenida con Rajoy en el Palacio de la Moncloa, la primera desde su elección como presidenta balear el pasado mes de julio gracias a los apoyos de la coalición econacionalista MÉS y de Podemos.
En una rueda de prensa posterior en Moncloa, Armengol ha afirmado que Baleares, «por su cercanía, por su historia, la cultura y la lengua», podría asumir un papel mediador para encontrar «un espacio común de diálogo y entendimiento» para intentar que Cataluña «se encuentre cómoda en España».
«Rajoy ha agradecido mi postura. Somos pequeños, pero por nuestra idiosincrasia y nuestra historia, tenemos lazos comunes con Cataluña y la Comunidad Valenciana que vale la pena aprovechar desde el punto de vista del diálogo», ha destacado Armengol.
A su entender, con los gobiernos autonómicos surgidos tras las elecciones del pasado mes de mayo, el de Baleares puede tener un papel de interlocución entre diferentes territorios «para que todo el mundo se sienta cómodo» en una España que, según Armengol, debería ser federal tras reformarse la Constitución.
La presidenta balear ha reconocido que «a nadie se le escapa» que mantiene «ideologías y planteamientos diferentes» a los de Rajoy en esta cuestión, pero ha hecho hincapié en el agradecimiento que le ha manifestado el jefe del Gobierno.
«Estamos en un momento preelectoral, por lo que entiendo su posición. Pero creo que ese diálogo es fundamental y que pase lo que pase en las elecciones catalanas y generales, se necesita entendimiento y colaboración», ha comentado la dirigente socialista.
Armengol ha trasladado a Rajoy su rechazo a la decisión del PP de reformar el Tribunal Constitucional para que sus sentencias sean de obligado cumplimiento.
Además de tildar de «electoralista» y de discrepar con «las formas» de presentarla, la presidenta del Govern ha advertido de que el conflicto político catalán «no se resuelve por la vía judicial», sino por la del «diálogo, el pacto y el consenso».
«España no necesita de estas medidas, ni de más enfrentamientos, ni de más crispación, ni de más debates entre unos y otros, sino de capacidad para establecer puentes de diálogo», ha insistido.