Podemos ha votado este martes a favor de una iniciativa del PP en el Parlament balear sobre el nombramiento de altos cargos del ejecutivo balear en contra de sus socios del Pacto de Gobierno, del PSIB y de Més, una situación que se da por primera vez en la Cámara legislativa en esta nueva legislatura.
El principal punto del orden del día del pleno era una moción de nueve puntos del PP contra la política de nombramientos de altos cargos del Govern balear, algunos de los cuales han sido aprobados, uno de ellos con el voto favorable de los diez diputados de Podemos y de los dos de Ciudadanos además de los del PP.
Con la suma de estos votos el Parlament pide oficialmente al Govern que cese al director general del Ib-Salut, Juli Fuster, marido de la consellera de Salud, Patricia Gómez; y al asesor de la Conselleria de Trabajo, Comercio e Industria Pau Thomàs, hijo del vicepresidente de la Cámara, el socialista Vicenç Thomàs.
Además, a propuesta de Podemos ha sido aprobado que el Parlament inste al Govern a que se abstenga de nombrar a altos cargos o personal eventual que tenga con sus superiores jerárquicos cualquier relación de parentesco hasta cuarto grado, ya sea por consanguineidad o afinidad, tanto en línea directa como colateral.
Los diputados del PSIB-PSOE y Més se han opuesto y los del PI se han abstenido.
Finalmente, Podemos no ha logrado que el PP incluyera una enmienda para que el Govern cese al socialista menorquín Francisco Fernández Terrés como gerente del Servicio de Información Territorial (Sitibsa), por su «dudosa» relación con grupos inmobiliarios implicados con casos de corrupción cuando era teniente de alcalde de Urbanismo de Mahón.
El PP se ha excusado en que este asunto lo tratará la Cámara más adelante de manera exclusiva con una iniciativa presentada por Podemos.
Por su parte, el PP no ha logrado el apoyo de Podemos para que el Parlament constatara el «nepotismo» del ejecutivo en el nombramiento de alto cargos y personal eventual, así como la reprobación de la consellera de Salud por nombrar a su marido como alto cargo.
A pesar del apoyo puntual de Podemos, el diputado de esta formación Carlos Saura ha asegurado que su partido no ha votado con los populares, sino con la ciudadanía y por la «regeneración democrática».
Saura ha repasado los numerosos casos de corrupción en los que está involucrado el PP balear y ha llegado a comparar a esta formación con la «mafia calabresa», por lo que el diputado del PP José María Lafuente le ha exigido respeto y le ha pedido a Podemos que no actúe como si fuera el «tribunal de la Inquisición moderno».
La portavoz del PSIB-PSOE, Pilar Costa, ha recriminado a Podemos por «vilipendiar» el nombre de Fernández Terrés y que no haya presentado «ni una sola causa objetiva para inhabilitarle», y ha recordado que el PP ha mantenido que no hay ningún impedimento legal contra el nombramiento del gerente de Sitibsa.
Costa ha advertido a Podemos de que se arrepentirá de su «colaboración» con el PP y ha expresado su «profunda tristeza» al ver que un partido de izquierdas que aboga por la «regeneración», lo acabe haciendo al lado «del partido más corrupto que haya habido jamás en esta comunidad».
Además, ha defendido que ningún partido ha puesto en duda la capacidad, ni la experiencia laboral ni de Fuster ni de Thomàs.
Por parte de Més, el diputado David Abril ha acusado al PP de presentar esta iniciativa con el único fin de «desestabilizar» al nuevo Govern balear, al tiempo que ha reconocido que estos nombramientos «no son estéticos» y que la ética debe ir unida a la estética.
Desde el PI, el diputado Josep Melià ha señalado que el Govern «se ha llenado la boca de transparencia», por lo que debe actuar con «coherencia».
El portavoz de Ciudadanos, Xavier Pericay, ha manifestado que el Govern debe dar ejemplo a los ciudadanos, especialmente cuando los partidos que ahora gobiernan exigieron durante la pasada campaña electoral «esa ética, ese diálogo y ese consenso que ahora no practican».