Mohammad Harrak envió al menos dos correos electrónicos a la Guardia Civil en el que denunciaba a dos conocidos suyos: un colombiano y un español por tráfico de drogas. El joven, ahora en prisión por delitos de terrorismo, hizo esos contactos con el cuerpo a través de la red y de un buzón en la web que está abierto a la ciudadanía. Las respuestas que recibió son meros formularios en los que se le indicaba que se había recibido la información, y que ésta en ningún caso era una denuncia formal sino que se consideraba «colaboración ciudadana».
Los mails fueron enviados a finales del pasado mes de marzo desde una dirección personal de Mohammad Harrak. Los dos documentos fueron aportados este lunes por el abogado que representa al joven, que se encuentra preso. La defensa ha pedido a la magistrada de la Audiencia Nacional que se ocupa de la investigación varias diligencias de prueba. Lo que hay de común en estas peticiones es que solicita que se busque en distintos soportes informáticos, como el teléfono móvil y varias cuentas de mensajes que Harrak haya podido enviar bien a la Guardia Civil o bien al Centro Nacional de Inteligencia. La defensa busca acreditar que existía una voluntad por parte del investigado por colaborar con estos cuerpos aunque no fuera de forma oficial, algo que casaría mal con un terrorista en activo.
La investigación de la Audiencia Nacional sobre Harrak forma parte de un sumario más amplio sobre terrorismo yihadista en España. De esas pesquisas sobre el Estado Islámico que permanecen secretas se ha desgajado una pieza separada para Harrak.