«Esto no es un sacerdocio». De este modo respondía este miércoles el todavía fiscal Anticorrupción Pedro Horrach a la sugerencia de sus superiores en la Fiscalía para que aplazase su petición de excedencia –sobre la que tendrá que pronunciarse la Fiscalía General del Estado– a la interposición del previsible recurso ante el Tribunal Supremo de la sentencia del ‘caso Nóos', paso previo para que se materialice su pase a la esfera privada como abogado en ejercicio; decisión de la que aseguró «hacía tiempo que estaba meditando y que la he consensuado con mo esposa e hija».
Horrach advirtió que «el escrito en el recurso de casación del ‘caso Nóos' lo tendrá que redactar la Fiscalía ante el Tribunal Supremo, es cierto que con el informe de quienes hemos participado en el juicio; pero estoy seguro que hay compañeros en Anticorrupción que conocen tan bien como yo el tema».
Antes de abandonar el ministerio público como fiscal Anticorrupción, Pedro Horrach tiene previsto cerrar algunos asuntos que requieren una participación urgente de su departamento, como son el ‘caso Son Espases', el ‘caso Over', y cinco piezas con conformidad del ‘caso Palma Arena'.
Abrumado todavía por el impacto del anuncio de su retirada, Horrach comentó que «llevo 24 años como fiscal y una década en Anticorrupción, un período que ha sido especialmente intenso y pienso que había llegado la hora de cambiar; durante todo este tiempo ha habido una presión mediática muy fuerte. Necesitaba iniciar otro ciclo profesional».