Maria Salom (Inca, 1967) es la nueva delegada del Gobierno en Balears. De la máxima confianza de Mariano Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría, sabe que le toca hacer de puente entre Madrid y las Islas en una legislatura clave.
—¿A usted le ha puesto Rajoy para vigilar a Armengol?
—No. Supongo que me ha puesto porque confía en mí, en mi capacidad, en mi prudencia, en mi sentido común y en mi visión política. También porque sabe que quiero profundamente a las Islas.
—¿Pero va a ejercer de contrapoder?
—Insisto. Creo que el presidente ha buscado personas con sentido común y conocimiento de la política de Balears. En esta legislatura no hay mayorías absolutas y habrá que pactar temas que son muy importante para este país. Supongo que han buscado gente con cintura para poder hablar con todos y conseguir lo mejor para esta tierra.
—El Govern ya le ha pedido ayuda para pactar la financiación, por ejemplo. ¿La tendrá?
—Uno de los retos más importantes de esta legislatura es aprobar una financiación autonómica y yo quiero colaborar con todos para que Balears tenga lo que se merece. Estaré dispuesta siempre que se quiera hablar, consensuar, establecer reuniones con voluntad de acuerdo sobre propuestas sensatas. Después cada uno tiene su papel institucional, pero sí es cierto que en esta legislatura nos esperan retos apasionantes.
—¿Se espera una legislatura de ‘Madrid me mata'?
—Deseo que no. Por eso digo que para llegar a acuerdos debe haber voluntad por las dos partes. Espero que ésta no sea la legislatura del victimismo del Pacte porque con eso no basta; hay que ir con argumentos, convencer y proponer cosas razonables. Vale que la financiación es injusta para Balears, eso es así, y que la aplica el señor Rajoy, pero lo hace porque está en vigor y está en vigor porque la aprobó el PSOE.
—Pero se tenía que haber modificado en la anterior legislatura.
—Sí, pero cuando una cesta está vacía, es muy difícil llegar a un acuerdo de reparto de dinero porque todo el mundo quiere más y los recursos son limitados.
—¿Los 120 millones de carreteras son una reclamación justa?
—¿Qué base hay para reclamar ese dinero: un convenio firmado o un mero protocolo de intenciones? Hay que reclamar el dinero, pero veremos qué se ha pactado y de qué manera.
—A usted le toca velar por la legalidad de las leyes que se aprueban en Balears. ¿Qué pasará con la que prohibirá los toros?
—Yo tengo que vigilar que en Balears se cumplan las leyes aprobadas en el Congreso para toda España. Una cosa es el voluntarismo de algunos políticos y otra, lo que dicen las leyes. Nadie puede retorcer las leyes para conseguir algo que no está permitido. Si el Pacte aprueba leyes que no cumplen la legalidad, como la de los toros, habrá que poner recursos. Las leyes las tiene que cumplir todo el mundo.
—También tendrá el control de la policía. ¿Hay un uso político de la policía y la Guardia Civil?
—No. Creo es que son unos magníficos profesionales que trabajan muchísimo y que hacen una labor extraordinaria para intentar que estemos seguros
—¿No se puede dirigir a la Policía para que haga determinadas investigaciones y no se hagan otras?
—A mi no me consta en absoluto eso que dice. De todas formas, aún no he tomado posesión del cargo y una de las cosas que tendré que hacer es informarme de cómo se toman las decisiones y en base a qué se hacen determinadas actuaciones.
—Le tocará hacer de anfitriona de los Reyes. Se percibe cierta distancia de los ciudadanos con respecto a ellos.
—Nunca he visto un sentimiento de rechazo sino todo lo contrario: siempre he visto cariño y gratitud hacia la familia real. Hay partidos que intentan saltarse las normas de convivencia y la Constitución, pero en cualquier caso es marginal.
—¿Este cargo colma sus aspiraciones políticas?
—No aspiro a nada más.
—¿Ni a la presidencia del PP?
—No. Me voy a centrar en este cargo para intentar poner seguridad en las Islas y representar con dignidad al Estado mientras defiendo mi tierra, Balears.
—¿Qué opina de la decisión de Bauzá?
—Quiero ser prudente y no opinar sobre la situación del partido porque mi cargo institucional me obliga a esa mesura.