Los centros educativos de Baleares registraron el pasado curso un total de 3.619 expulsiones de alumnos.
No se trata del número de alumnos expulsados, sino de las expulsiones efectuadas, pues un estudiante puede haber sido expulsado en diversas ocasiones.
Este dato fue aportado este lunes por CCOO. El sindicato apunta que el número citado se refiere principalmente a expulsiones temporales, normalmente de varios días, y que la mitad de esas sanciones se llevaron a cabo sin la conformidad de las familias.
Asimismo, desde CCOO se señala que prácticamente todas las expulsiones corresponden a la Enseñanza Secundaria. El sindicato considera que esta cantidad de expulsados «es excesiva» y reclama «más formación, recursos y herramientas para evitar estas situaciones. Hemos detectado que las expulsiones propician el abandono de los estudios y los alumnos afectados tienen una difícil inserción posterior».