Por primera vez en las Islas Baleares los profesores de religión elegirán plaza con los mismos criterios que se aplican a los docentes interinos, ha informado este jueves la Conselleria d'Educació i Universitat del Govern balear.
A partir de ahora serán los docentes los que elegirán el destino a partir del baremo establecido por la resolución que ha presentado este jueves la conselleria.
La nueva propuesta regula tanto el acceso a un destino definitivo de los profesores de religión que cumplan todos los requisitos exigidos por la normativa vigente, como el acceso a un destino provisional en el caso de los profesores que no los cumplan todos, y prevé crear un bolsín de aspirantes a profesores de religión para cubrir sustituciones; todo bajo los principios de igualdad, mérito y capacidad.
La conselleria ha presentado al Comité de Profesores de Religión el procedimiento para acceder a un destino para los profesores de religión católica de las Islas Baleares, que se empezará a implantar el próximo curso 2017-2018.
De este modo, se concluye el proceso de regularización de los profesores de religión iniciado el año pasado, cuando se definieron las plazas según los criterios de número de alumnos matriculados en la asignatura y de horas curriculares.
Para el próximo curso se mantiene una plantilla aproximada de 170 personas para impartir la asignatura de religión en todas las islas.
El conseller d'Educació i Universitat, Martí March, ha manifestado que este jueves «es un día para felicitarnos», en primer lugar por el trabajo realizado por las direcciones generales de Personal Docente y Planificación, Ordenación y Centros y el Comité del Profesorado de Religión y el Obispado para poder regular el acceso a las plazas docentes por parte de este profesorado.
Este procedimiento les otorga un estatus igual al resto de docentes y da respuesta desde el punto de vista de la justicia, ha señalado el conseller.
La resolución que regula este procedimiento es fruto del acuerdo de la administración autonómica con el comité de empresa de los profesores de religión y con la autoridad religiosa competente y busca el equilibrio entre el cumplimiento de la normativa aplicable, las necesidades de planificación educativa y el respecto a los derechos de los trabajadores y al derecho de los alumnos a una educación de calidad.
La conselleria subraya que es necesario tener presente que la asignatura de religión tiene un tratamiento diferenciado en varios aspectos como, por ejemplo, el sistema de acceso a la función docente y la asignación de profesores a los centros, que hasta ahora decidía directamente el obispado correspondiente.