La ‘operación Impía' avanza con paso firme y a medida que pasan los días se conocen nuevos datos de la investigación. Los responsables del caso han puesto en conocimiento del juzgado de Instrucción 9 de Palma las sospechas de que los catedráticos Pablo Pablo Vicente Escribá y Xavier Busquets pudieron falsificar datos del ensayo del fármaco Minerval para avalar éxitos en la fase experimental.
El rector de la UIB Llorenç Huguet confirmó el miércoles que la Policía ha solicitado a la Sindicatura de Greuges el registro de hechos sobre Vicente Escribá, y ya lo tiene en su poder. Fuentes de la investigación confirmaron que este documento relata el testimonio de una investigadora que detalla sus dudas.
La científica explica que existe al menos una patente en la que se dan por realizadas pruebas con algunas líneas celulares. Sin embargo, ella nunca las observó, ni tuvo conocimiento de que alguno de sus compañeros estuviera trabajando con ellas. Además, sospecha que alguna de las técnicas utilizadas para el análisis son completamente incompatibles con las líneas celulares que señala la patente, propiedad de Escribá y de otros investigadores.
La científica explica también en el relato ante la Sindicatura de Greuges que alguno de los síntomas que se detallan en ratones nunca fueron apreciados. De hecho, ella renunció a una de las patentes por las dudas que le despertó el trabajo de Escribá.
La falsificación de pruebas científicas es una de las líneas de trabajo de la Policía, si bien las dificultades para comprobar el posible fraude son considerables.