Un total de 16.517 personas residentes en Balears reciben algún tipo de apoyo del sistema de dependencia, que en dos años ha aumentado en un 42 % el número de beneficiarios y en un 15 % las plazas residenciales disponibles.
Los datos de los primeros dos años de legislatura indican que se ha reactivado la ley de dependencia en Balears, se han creado más plazas de residencia y centros de día, se han dado más servicios y se ha agilizado la gestión del acceso al sistema.
Así lo afirmó ayer la presidenta del Govern, Francina Armengol, junto a la consellera de Serveis Socials i Cooperació, Fina Santiago, y matizó que la reactivación de la ley es «uno de los objetivos prioritarios del Govern» y que «estamos cumpliendo los compromisos adquiridos, lo primero son las personas».
La presidenta explicó que «después de dos años de legislatura se ha cambiado la situación de la aplicación de la ley. Veníamos de la nula aplicación de la ley en la pasada legislatura, que se ha contrarrestado con recursos económicos».
Armengol hizo especial incidencia en destacar que el esfuerzo recae en la Comunitat Autònoma. «Sólo, como ejemplo, si una plaza residencial cuesta 2.000 euros, el Estado sólo se hace cargo de 177. Por este motivo seguiremos defendiendo en las conferencias sectoriales y de presidentes una financiación efectiva y equitativa de la ley de dependencia», afirmó.
Esta reactivación de la ley se muestra en indicadores como la incorporación de nuevas personas beneficiarias al sistema de dependencia en Balears. En dos años se han incrementado un 42 % el número de beneficiarios, que han pasado de las 11.655 personas registradas en el mes de junio de 2016 a las 16.517 de junio de 2017. Eso muestra que, mientras que en los 4 años de la pasada legislatura se incorporaron al sistema 864 beneficiarios, en sólo dos años se han incorporado casi 5.000 personas.
Por su parte Fina Santiago reconoció que hay «unas 1.200 personas que están a la espera de una plaza de residencia» y que el hecho de que se haya reactivado la atención a la dependencia «no significa que nos relajemos, ahora tenemos que empezar a construir residencias».