Iago Negueruela (Santiago de Compostela, 1980) es uno de los hombres fuertes del Govern de Francina Armengol. Conseller de Treball, Comerç i Indústria, empezó a aplicar su política en el minuto uno de acceder al cargo y el primer verano de legislatura ya puso en marcha un plan especial de inspección laboral contra la precariedad. Este verano se ha llevado a cabo por tercer año consecutivo. Su defensa de los trabajadores es una de las señas de identidad de su política más relevantes.
¿Por qué ahora es el momento de incrementar los salarios?
—Creo que lo estamos viendo, llevamos distintos años de crecimiento económico intenso y este año lo volveremos a cerrar superando las previsiones de crecimiento; la inflación también empieza a subir, aunque de forma moderada, y para que los trabajadores recuperen poder adquisitivo y se pueda hablar de una salida de la crisis real e inclusiva es necesario subir salarios. Durante todos estos años se ha perdido muchísimo poder adquisitivo, se ha retrocedido prácticamente 15-20 años en niveles salariales. Los trabajadores han hecho un sacrificio muy importante y ahora es el momento de que empiecen a recuperar los salarios. Incluso se podría haber empezado a antes.
¿Todos los sectores productivos están preparados para esta subida?
—Creo que sí, aunque después cada sector tendrá que discutir cuál es el incremento que se debe aplicar. Cuando se habla a nivel de Estado de un pacto salarial, se habla de fijar un mínimo, y después cada sector que negocie el margen en función de sus peculiaridades y de sus ganancias. Aunque una subida salarial multisectorial reforzaría la demanda interna, reforzaría a muchos de los que creen que les puede perjudicar ya que habría un aumento de consumo. Este aspecto lo entendió muy bien el sector del comercio en las Islas. Si se hiciera de forma multisectorial, la recuperación sería mejor, la demanda interna mejoraría y ayudaría a equilibrar la economía para no depender tanto del exterior.
¿Qué margen de actuación tiene el Govern en esta materia?
—El Govern, y más viniendo de alguien como yo que cree profundamente en la negociación colectiva, no es que tenga un margen, sino lo que busca es el máximo entendimiento, acercar posturas y ver qué posibles acuerdos se pueden facilitar. Y tomar una postura proactiva en facilitar acuerdos, ya que una imagen de unidad nos fortalece como sociedad.
¿Y qué papel adoptará ahora el Govern en la negociación del convenio de hostelería?
—Es el gran convenio y veremos cómo se negocia y cuáles son las pretensiones tanto de las organizaciones sindicales como empresariales. El Govern estará informado porque no cabe otra y sería un ejercicio de muy poca responsabilidad no estarlo con un convenio que afecta a una parte tan importante de la economía y a tantos miles de trabajadores. Por eso, el Govern buscará tener la información necesaria y colaborar en el acercamiento de posturas sabiendo que es el momento para dar un empuje a la recuperación de los trabajadores.
¿En qué sentido deben ir las negociaciones del próximo convenio de hostelería?
—El sentido lo marcarán los sindicatos, que ya han anunciado que es el momento de empezar a recuperar. También hemos escuchado a muchas fuentes empresariales decir lo mismo y que ya toca subir salarios.
¿Está dispuesto el hotelero a subir los sueldos?
—Yo espero que sí. Espero realmente que estemos en un escenario donde se puedan buscar grandes acuerdos, que es lo que necesita nuestra sociedad. Creo que el mundo empresarial nota que es hora de empezar a repartir y de ser todos partícipes de una mejoría.
¿Debe perder peso el turismo en la economía balear como se reclama desde algunas entidades?
—Nuestra economía debe mejorar en diversificación. Al final, tenemos una economía con una industria turística muy importante y es bueno que tengamos una industria que en estos años ha tirado de la economía de las Islas. Esto permite que la gente tenga empleo y trabajamos para que sea mejor. Más que hablar de decrecer hay que hablar de que otros sectores tengan más peso y si eso ocurre, el peso del turismo será menor en el conjunto del PIB.
Muchos de estos sectores alternativos dependen del turismo...
—Sí, en Balears parte de la diversificación está asociada al turismo y desconocer esto es absurdo, pero tienen que ganar más peso. Además, sería más seguro para la economía tener una mayor diversificación.
¿Existen alternativas reales?
—Existe la alternativa de que vayan ganado peso, pero nada va a ser de un día para otro y tanto Vicepresidència como esta Conselleria trabajan en esta dirección, pero cuando hablamos de cambiar un punto o dos del PIB no es fácil ni es algo que se consigue a corto plazo.
¿Tiene la sensación de que el empresario se siente perseguido con los planes de inspección?
—Era necesario poner el acento en que no valía crear empleo a cualquier precio y no lo sigue valiendo. La creación de empleo debe ir aparejada de derechos, si no no habremos entendido nada de lo que ha pasado. Se tiene que crear empleo de calidad y si para ello son necesarias las inspecciones, pues las habrá. Si vemos una mejora es porque se hace una presión. La sensación preocupante es que los trabajadores se sientan desamparados.