El balance de los diez años de vida del sistema de financiación deja cifras de vértigo en las Islas y no precisamente positivas: Balears ha perdido en esta década un total de 7.054 millones de euros que se han ido a otros territorios en concepto de solidaridad. La cifra supera el dinero que ha destinado el Govern a educación en los últimos o lo gastado en cinco años en materia de sanidad.
El problema es que este modelo seguirá al menos otros dos años más ya que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que no habrá reforma del sistema en esta legislatura, es decir, que Balears seguirá al menos poniendo una media de 900 millones cada año a la bolsa común que paga servicios en otras autonomías.
El sistema de financiación entró en vigor en el año 2009 y su vigencia era de cinco años, hasta 2014, pero el Gobierno de Mariano Rajoy no abrió el debate sobre el nuevo modelo hasta hace un año. Las consecuencias para Balears han sido muy negativas porque en esos cinco años de prórroga forzada del sistema el dinero destinado a solidaridad suma nada menos que 4.199 millones de euros: más que todo el dinero de que dispondrá este año el Govern si del Presupuestos se elimina la deuda.
Uno de cada cinco euros
Esos 7.054 millones que han servido para ayudar a otras comunidades autónomas representan un 22 por ciento del total que debería haber recibido Balears, uno de cada cinco euros. Pero un análisis sobre la evolución del sistema deja a las claras que el modelo ha sido progresivamente perjudicial para las Islas. Si en 2009 el porcentaje destinado a solidaridad era el 15,3 del dinero, diez años más tarde, en 2018, las aportaciones a la solidaridad representan el 26,5 por ciento del total.
La solidaridad ha aumentado un 121 por ciento en estos años pero los ingresos solo han crecido un 11,2 por ciento en el mismo periodo. ¿Qué significa eso? Que la recuperación económica de Balears ha hecho que la recaudación tributaria aumente en las Islas pero la mayor parte de esos ingresos no se han quedado en las Islas, sino que se han ido a otros territorios.
El anuncio hecho por Pedro Sánchez de que no habrá nueva financiación ha caído como una bomba entre las comunidades autónomas que se consideran perjudicadas, a pesar de que desde el Govern se ha tratado de relativizar el parón. El Gobierno de Mariano Rajoy debía haber convocado este mismo mes un Consejo de Política Fiscal y Financiera que debía abordar ya la negociación.