Los continuos atascos que se registran a diario en las carreteras de Mallorca, especialmente en Palma, ponen en riesgo la vida de las personas. Así se deduce del testimonio del personal de los servicios sanitarios consultados por Ultima Hora.
Una cámara de vídeo instalada en el interior de uno de los vehículos de emergencia saca a la palestra las dificultades que tienen los servicios sanitarios para acudir a los accidentes, paradas cardiorrespiratorias u otras emergencias. «Con un tráfico normal nuestro tiempo de llegada -desde nuestra activación hasta el lugar del suceso- no suele superar los cinco minutos. Desde hace unos meses, la situación es dramática. El tiempo de llegada a los servicios se duplica, incluso se triplica poniendo en riesgo la vida de los pacientes», comenta un veterano conductor de ambulancia.
Fuentes sanitarias consultadas por este diario apuntan a que los mayores problemas se concentran en la Vía de Cintura (Ma-20) y la autopista de Llucmajor (MA19). Además, en los últimos días, la situación se ha visto agravada con las obras de la carretera vieja de Sineu por su proximidad con el hospital de Son Llàtzer. Los técnicos en transporte sanitario explican que para poder trasladar pacientes al citado hospital, se ven obligados a tomar rutas alternativas mucho más largas. De hecho, la entrada al centro hospitalario más habitual se realiza por Sant Jordi. Las clínicas privadas, al igual que los hospitales públicos, también se ven seriamente afectadas.
«Las ambulancias, policías o bomberos cuando acudimos a un servicio de urgencia debemos hacerlo en el menor tiempo posible y por la ruta más corta. Desde hace meses, tratamos de evitar pasar por la Vía de Cintura o la autopista de Llucmajor en horas puntas, pero ahora el problema también se ha extendido a las carreteras secundarias complicando aún más la difícil situación del tráfico», comentan los conductores.
El colapso de las principales vías de acceso a Palma también está provocando que los servicios de transporte de pacientes urgentes se realice por el centro de la capital balear. Las obras del segundo cinturón de la vía conectora (Ma-30), según el departamento de Territorio e Infraestructuras del Consell de Mallorca, está previsto que duren cuatro meses agravando aún más si cabe la complejo situación actual.