El Gobierno del Estado aportará doce nuevos trabajadores al Parque Nacional de Cabrera, que recientemente fue ampliado con la protección de 80.000 nuevas hectáreas marinas. Estos nuevos empleados –técnicos superiores facultativos, agentes de medio ambiente y patrones y mecánicos de embarcación– desarrollarán básicamente tareas de vigilancia y de gestión, sobre todo en el área ampliada. Sus retribuciones no correrán a cargo de las arcas autonómicas sino del Estado, tal y como informaron ayer el conseller de Medi Ambient, Vicenç Vidal, y el director del Organismo Autónomo Parques Nacionales (vinculado al Estado), Juan José Areces, tras una reunión que mantuvieron en Palma.
Las nuevas plazas se incluirán en la Relación de Puestos de Trabajo del parque nacional. Desde Medi Ambient señalaron que dichas incorporaciones se suman al incremento de recursos humanos efectuado la presente legislatura con fondos del Govern y que han permitido que, por primera vez, Cabrera cuente con un vigilante de áreas marinas, una técnico de uso público, dos capataces generales más y dos guías.
Areces habló de nuevas inversiones del Estado en el archipiélago y de los dos hipotéticos escenarios que se avecinan: el primero, que está condicionado a la aprobación de los Presupuestos del Estado para este año –esta semana se hace su tramitación parlamentaria sin que Pedro Sánchez disponga de suficientes apoyos para aprobarlos, de momento–, prevé una inversión de 5 millones «para gasto ordinario y extraordinario».
Dichas inversiones serán consensuadas con la directora del parque nacional, nombrada por la Caib y todavía están pendientes de precisar, pero permitirán adquirir nuevas embarcaciones para vigilancia. El segundo escenario, que se aplicará si el Gobierno no logra sacar adelante sus cuentas y se tienen que prorrogar las de este año, prevé una inversión de solo 250.000 euros. En el caso de que no haya Presupuestos, Aceres señaló que se recurriría a un convenio con la Guardia ya existente para que la Benemérita haga la vigilancia marítima.