La ministra de Justicia, Dolores Delgado, animó ayer a votar a los socialistas, en una comida que se celebró en Lloseta, y alertó de que no ir a votar supondrá «volver al pasado y a la oscuridad». La ministra participó en una comida electoral a la que acudieron 400 militantes socialistas. El Gobierno de Pedro Sánchez se ha implicado de lleno en la campaña en Balears y ya van dos fines de semana seguidos con presencia de ministras
En el acto con los militantes, Delgado aseguró que estas elecciones son «históricas» por lo que suponen para la democracia. «Nosotros sí trabajamos para la gente y por el interés general», señaló en contraposición con otras fuerzas políticas. Como ejemplo de gobiernos que no dejan a nadie atrás, citó los de Pedro Sánchez y Francina Armengol.
La presidenta del Govern y secretaria general de los socialistas de Balears aseguró en este acto que España se juega «retroceder 40 años» y afirmó que los socialistas no quieren que ni España ni Balears vuelva esté pintada «en blanco y negro».
Nada está hecho
Armengol insistió en una de las fijaciones del PSOE en esta campaña: en que nada está hecho a pesar de las encuestas. «Solo podemos progresar si se llenan las urnas de votos, rosas y puños», dijo.
Antes de la comida en Lloseta, la ministra de Justicia y el resto de candidatos habían participado en la conferencia política de los socialistas de Mallorca, de la que salieron las bases para el programa electoral al Consell de Mallorca.
La candidata a esta institución, Catalina Cladera, aseguró que los ejes programáticos estarán en la sostenibilidad económica, social y ambiental. Explicó que uno de los objetivos será que el 50 por ciento de la energía que se produce en Mallorca sea renovable en diez años, así como reducir la generación de residuos un 30 por ciento en el año 2030.
La oscuridad son ellos. Están destruyendo la unidad de España; y no trabajan para el interés general, sino para el interés de un señor que vendería a su madre, por seguir en Moncloa. La ministra Delgado tan preocupada por la ciudadanía. ni apareció en Ibiza cuando ardió el juzgado, permitiendo con su inactividad, la paralización de la justicia ibicenca.