Ocho de cada diez casos de cáncer de mama se curan, sin embargo sigue siendo el tumor con más mortalidad entre las mujeres en Baleares. Hoy se celebra el Día Mundial de una enfermedad cuya curación ha avanzado mucho en medicina aunque está estrechamente ligada a la detección precoz.
En lo que llevamos de 2019 se han diagnosticado 735 casos de tumor mamario y han fallecido 146 personas, ambos indicadores ya superan al total del año pasado. En todo el 2018 se detectaron 719 pacientes y murieron 146 personas por esta causa.
La incidencia sube ligeramente en los últimos años, una tendencia generalizada en todo el estado en el que se cifra en un 7,5 % más desde 2012. Sobre las causas que lo determinan es difícil ser concreto pero lo cierto es que las mujeres viven más años y con la esperanza de vida también llegan las complicaciones en salud, además puede deberse a una mejora en la calidad de los registros.
Repecto a cómo prevenir un cáncer de mama tampoco hay una fórmula mágica. Desde la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) se habla de la necesidad de mejorar pautas para disminuir los riesgos. «Ser madre joven, ejercer la lactancia materna y no tomar tratamientos hormonales sin control médico», recomendó este viernes el presidente de la asociación en Baleares, el doctor Javier Cortés.
Precisamente con la finalidad de detectar el tumor en su fase inicial se implantó, hace unos veinte años, el programa de cribado en Baleares destinado a mujeres de entre 50 y 69 años a quien se les requiere para hacerse una mamografía preventiva bienal. El principal escollo de este programa está en los retrasos entre una y otra prueba que hace que el 20 % de los tumores se detecten ya están fase dos o más avanzados. La AECC habla de la posibilidad de bajar hasta los 45 años la edad de inicio de la prueba preventiva como una fórmula para anticiparse, aunque está en fase de estudio.
Cabe recordar además que entre un 10 y un 15 % de los casos están relacionados con antecedentes familiares.