El número de llamadas recibidas en el Teléfono de la Esperanza en Baleares se ha duplicado desde que empezó la crisis del coronavirus, según ha confirmado a Europa Press su portavoz Lino Salas.
Según ha relatado, a los problemas ya conocidos, se suman ahora nuevos miedos, una falta de control de la situación o incertidumbre por lo que está pasando, «lo que crea mucha angustia y ansiedad».
Salas ha considerado «importante seguir trabajando por el bienestar y la salud emocional de las personas».
El Teléfono de la Esperanza atiende también a ciudadanos de Ibiza y Formentera que, a través del 971 461 112, buscan orientación y una escucha activa, según han explicado desde el servicio.
«Curiosamente cuando el orientador les escucha, les dice que esta situación pasará y, por lo tanto, no se deben angustiar. Hay que situarse en el hoy, qué se puede hacer hoy, aquí y ahora», ha aconsejado Salas.
Según el portavoz, uno de los problemas que «más está apareciendo» es la preocupación por el futuro laboral de muchos ciudadanos de Baleares.
«Algunos no han sido contratados y esperaban empezar en Semana Santa y otros hace dos o tres semanas que habían empezado a trabajar y les han aplicado un ERTE. Hay mucha preocupación por el tema laboral», ha dicho.
Desde hace unos días, el servicio cuenta además con una nueva página web, 'compartevida.es', mediante la cual se pueden solicitar citas telefónicas con psicólogos o psiquiatras.
En una semana, este servicio 'online' ha registrado más de 20 llamadas. «Es muy importante porque la gente necesita esa atención y, si no es presencial, lo podemos hacer por teléfono», ha reiterado Salas.
El portavoz ha destacado que muchos de los usuarios del teléfono están transmitiendo el miedo a ser contagiado por coronavirus y el miedo a contagiar.
Asimismo, ha reconocido que sigue habiendo llamadas en relación a crisis suicidas. En 2019, en Baleares el teléfono registró 282 llamadas por esta situación, pudiéndose realizar una intervención preventiva.
En 40 casos quienes llamaron lo hicieron justo en el momento del acto suicida. «Es una buena noticia porque significa que están pidiendo ayuda, aunque no lo digan verbalmente», ha concluido.