El portavoz del comité autonómico del coronavirus en Baleares, Javier Arranz, destacó ayer que están centrando gran parte de sus esfuerzos en conseguir «controlar la situación en las residencias de ancianos».
Algo que se debe, según explicó Arranz, a que la situación en estos centros "ha empeorado". Según los datos que ofreció ayer durante la rueda de prensa de actualización de la pandemia del COVID-19, "hay 287 personas afectadas, 164 usuarios positivos activos, 5 curados y 22 fallecidos". También se han registrado "92 trabajadores positivos activos y 4 curados". Todo ello en un total de "23 residencias de personas mayores afectadas".
Además, hay 10 residencias y centros para personas con discapacidad afectados. Allí hay 478 diagnosticados, de los cuales 33 son positivos activos, 13 curados y 3 fallecidos. También hay 24 trabajadores positivos activos y 4 trabajadores curados. En total hay 10 residencias y centros de discapacitados afectados.
"Equipo dedicado únicamente a los centros"
En este sentido, Javier Arranz matizó que es «normal» el aumento de positivos en las residencias porque se están realizando más pruebas y cribados para detectar los casos «antes de que se dé una situación clínica de gravedad». Además, confirmó que "hay un equipo dedicado únicamente a estos centros" y que se han creado "unos protocolos y circuitos específicos para ellos con unos documentos para orientar a la hora de actuar".