La Audiencia Provincial ha rechazado el recurso presentado por Gual de Torrella para reabrir una investigación por supuesto espionaje en su despacho. Hace año y medio se descubrieron en el despacho de la presidencia de la Autoridad Portuaria dos cámaras de vídeo escondidas que conectaban con un dispositivo de grabación oculto en el cuarto de baño de esta dependencia. Una de las cámaras estaba operativa.
En aquel momento, Gual presentó una denuncia en el juzgado contra su antecesor, Alberto Pons Fernández y la agencia de detectives que había realizado la instalación. Sostenía que los hechos podían suponer una revelación de secretos.
El juzgado archivó esta denuncia tras una serie de diligencias. Pons y el detective señalaron que fue un olvido dejar allí la instalación sin avisar a su sucesor y la magistrada no vio indicios de delito. Sin embargo, Gual y la Abogacía del Estado recurrieron esta decisión. La Audiencia ahora zanja el caso. Considera que la versión del olvido es verosímil en tanto en cuanto la única cámara que grababa sólo registraba una imagen parcial que no permitía identificar a quien se reunía con Gual y que tampoco recogía sonido de lo que ocurría en el despacho. Pons justificó que se instalaron las cámaras con permiso del consejo de administración.