La curva de contagios de COVID-19 no será la única que deberá doblegarse, sino que la pandemia obligará a volver a doblegar la curva de la pobreza en Balears, que este año se invertirá al alza. Así lo advirtió ayer la Red para la Inclusión Social EAPN de Balears, que presentó el informe anual del estado de la pobreza en las Islas.
Los datos hacen referencia al 2019, cuando había 180.000 personas en situación de pobreza o riesgo de exclusión. Representaban el 15,1 % de la población. Se trata de uno de los porcentajes más bajos del Estado. Además, había evolucionado a la baja en los últimos años, coincidiendo con la recuperación económica balear después de la crisis de 2008.
La pandemia, sin embargo, romperá esta tendencia. Los pobres no solo lo serán más, sino que, además, habrá más gente en riesgo de exclusión. Prueba de ello es que las 27 entidades que forman la Red para la Inclusión Social ya han notado los efectos de la pandemia. Desde su inicio atienden a un 25 % más de usuarios, afectados, sobre todo, por la pérdida o disminución de sus ingresos y problemas relacionados con la vivienda. Estos nuevos usuarios han solicitado ayudas de primera necesidad, realizar trámites burocráticos y ayuda en la búsqueda de empleo.
Nuevos usuarios
Otro dato relevante del informe presentado ayer es que más del 30 % de los usuarios atendidos en los últimos meses jamás se había dirigido con anterioridad a una entidad social ni a los servicios públicos de los servicios sociales. Se trata solo de una muestra que avala la previsión de EAPN de un incremento de la pobreza como consecuencia de la crisis provocada por el virus. El informe, señala, asimismo, que el impacto de esta crisis podría ser aún mayor que en la anterior, puesto que las previsiones de caída del Producto Interior Bruto son muy superiores a las de hace una década.
En cualquier caso, destacan que las medidas que se han tomado en esta ocasión, como son los expedientes de regulación temporales de empleo, el ingreso mínimo vital y la limitación de los desahucios y cortes de suministros básicos, «pueden limitar un poco» los efectos de la COVID-19, sobre todo entre las personas más pobres. Y es que dentro del colectivo de las 180.000 personas que ya estaban en situación de pobreza, había 80.000 que sobrevivían con menos de 429 euros mensuales.
Estos datos ponen de manifiesto que la recuperación económica «se estaba olvidando de los más vulnerables», destaca el informe. Por este motivo, desde EAPN alertaron de que las estrategias tradicionales de protección y lucha contra la pobreza «son insuficientes».
Precisamente con el fin de coordinar la lucha contra la pobreza, la Conselleria de Afers Socials constituyó ayer la mesa de pobreza COVID-19. Estará formada, además de por el Govern, por los consells, el Ajuntament de Palma, la FELIB y representantes de EAPN. «El objetivo es tener todos la información a la vez, coordinarnos y sobre todo resolver los problemas de una forma eficiente y lo más eficaz posible. Incluso si hay casos concretos tratarlos aquí», manifestó la consellera Fina Santiago, quien reconoció que esta mesa supone una preparación «para poder afrontar esta situación de una forma más efectiva y eficiente».