El portavoz del comité autonómico de enfermedades infecciosas, Javier Arranz, no cree que en Baleares sea «prioritario» instaurar un toque de queda, ya que tenemos una incidencia relativamente baja en relación a otros territorios.
«Con una incidencia acumulada de 150 casos en los últimos 14 días, tenemos una situación bastante más baja que otras comunidades. Hay que seguir pensando en reducir las reuniones y las limitaciones de aforos, que son útiles con este nivel de incidencia», ha manifestado.
No obstante, ha advertido que antes o después las situaciones de la Península terminan trasladándose a las Islas por lo que es necesario adoptar medidas y cree que «algunas se mantendrán hasta Navidad como mínimo, no todas, y otras se podrán ir cambiando porque nos sean útiles o porque vayamos aprendiendo más».
Arranz ha realizado estas declaraciones un día después de que la presidenta del Govern, Francina Armengol, anunciara que en Baleares se limitarán las reuniones familiares y sociales a un máximo de seis personas.