Y al cuarto día, Francina Armengol se disculpó. Después de que Presidencia negara los hechos el miércoles al Diario de Mallorca con un «no comentamos falsedades», de lamentarlo en su primera comparecencia pública en Menorca el viernes, pero sin pedir perdón y de que Més per Mallorca exigiera el sábado en un comunicado «explicaciones», «una disculpa» y lamentara la falta de «autocrítica», ayer Armengol pidió disculpas a los ciudadanos de Balears por estar en un bar del centro de Palma pasada la hora límite de cierre del establecimiento, fijada a la una de la madrugada.
La presidenta del Govern balear, Francina Armengol, trasladó sus disculpas ayer justo al empezar la rueda de prensa sobre las nuevas medidas sin que mediara pregunta alguna, si bien después fue sometida a varias. Y respondió a cada una de ellas.
«Siento muchísimo lo que ha pasado y entiendo que haya muchas personas desconcertadas por la situación generada alrededor de mi persona en los últimos días», señaló la presidenta en la rueda de prensa en la que anunció el toque de queda a partir de ayer mismo.
«Me sabe muy mal todo lo que ha pasado, pido disculpas porque, aunque haya sido de manera involuntaria, sé que he podido trasladar una imagen de relajación social» añadió Armengol.
Las disculpas llegan después de que se conociera que la presidenta y dos miembros de su equipo, el conseller de Movilidad, Marc Pons, y el director general de Comunicación, Ávaro Gil, salieran de un bar del centro de Palma, el Hat, después de la hora límite de cierre.
Armengol explicó que fueron al bar a tomar algo, tras una cena de trabajo con varios miembros de su equipo, y que uno de sus colaboradores (Ávaro Gil) se desmayó como consecuencia de un tratamiento por ansiedad laboral y hubo que ayudarle. Cuando la policía llegó, ante las quejas de los vecinos porque el bar seguía abierto, la presidenta estaba en la calle.
«Que una persona tenga ansiedad laboral, que yo en muchos momentos la tengo, no quiere decir que no haga su trabajo en todas sus condiciones», afirmó. Precisó que pedía disculpas «de forma convencida y sincera», no porque lo hubiera exigido Més. «La imagen que he trasladado no es la adecuada», insistió.
El parte extravíado
El alcalde de Palma, José Hila, también se refirió a este asunto para decir que Cort llegará hasta el final en su investigación sobre dónde se quebró la cadena de custodia del acta con el detalle de los hechos.
En ella consta que el propietario del bar asegura que no cerró antes por la presencia de una autoridad, que el policía identifica como la presidenta.
«Queremos llegar hasta el final y poner la sanción que toca», dijo Hila, que además aseguró que estaban preocupados por el hecho de que un acta no estuviera controlada.
«El trabajo de los policías debe llegar hasta el final y se supone que se debe gestionar el acta e imponer la sanción», añadió.
Denuncia a la Nacional
El Ajuntament ha puesto una denuncia a la Policía Nacional para determinar qué pasó exactamente, por qué se perdió su custodia y cómo se filtró desde las dependencias policiales.
«Los policías que hicieron este trabajo no pueden ver que el acta no se tramita como toca. Tenemos dudas de su proceso y lo denunciamos», afirmó Hila. Insistió en que defiende el trabajo de la policía pero también añadió que todo lo que ha padado «no me gusta».