La regidora de Seguretat Ciutadana, Joana Maria Adrover, compareció este miércoles acompañada por el jefe de la Policía Local, José Luis Carque, para defender la actuación policial y de la Regiduría ante la desaparición momentánea del acta policial redactada la noche del 7 de octubre cuando la presidenta del Govern balear, Francina Armengol, se encontraba a las puertas del Hat Bar más allá de la hora de cierre obligada por las medidas de seguridad ante la Covid-19. Adrover instó a que se investigue todo lo sucedido en relación a la desaparición de este acta.
La regidora socialista quiso dar explicaciones ante las numerosas informaciones aparecidas todos estos días relación a este suceso que ha causado un gran revuelo político. Según sus palabras, está situación les han causado «estupefacción» porque «nos estamos encontrando con ataques, mentiras, tergiversaciones y con insinuaciones de tramas corruptas para hacer desaparecer un acta desde la policía e insinuaciones de que tenemos una policía que se doblega ante el poder político de turno de manera delictiva, y eso nos preocupa».
Adrover no quiso dar a conocer quién encontró el acta ni dónde se encontraba «porque no puedo revelar informaciones tan concretas que puedan poner en peligro la investigación».
Adrover admitió que «ahora mismo deberíamos estar centrando todo nuestro tiempo y esfuerzos en seguir mejorando el servicio al ciudadano, en seguir recuperando la policía de barrio y en luchar contra la pandemia del coronavirus, que es para lo que se nos paga tanto a los regidores del equipo de gobierno como de la oposición». Pero, añadió, ante esta situación «hemos decidido dar todas las explicaciones necesarias sobre la policía o la actuación política de está Regiduría».
Comenzó explicando que la instrucción de servicio publicada el pasado 8 de octubre por parte de Jefatura en la intranet de la policía, advirtiendo de sanciones en caso de la filtración de información relativa a la policía, era un recordatorio de otra similar publicada en 2016 y respondía a la aparición externa, el 6 de octubre, de unas imágenes de las nuevas bicis eléctricas de la policía «en las que se podían ver las caras de los agentes que estaban en las instalaciones del cuartel, lo que ponía en gran peligro la seguridad de la propia Policía Local». Por tanto rechazó que la instrucción tenga nada que ver con el caso de Armengol.
Fue el miércoles 21, añadió la edil, «cuando tuve conocimiento de la existencia de un acta relacionada con la polémica del Hat Bar por la llamada de un periodista que me informó de lo que estaba pasando en el Parlament». En ese momento, explicó, «pedí información al jefe de la policía, que tampoco sabía nada».
Según Adrover, «ésta es la mayor prueba de que el sistema de trabajo de la policía funciona correctamente, porque nadie consideró necesario avisar ni a la regidora ni al jefe de policía de que había cualquier problema con este acta determinada, que se tramitó con absoluta normalidad».
Prosiguiendo con su relato, la regidora indicó que «en ese momento verificamos que el acta existía y que estaba correctamente registrada y en curso su normal tramitación». Adrover remarcó en varias ocasiones que la tramitación del acta «no ha estado nunca en peligro ni ante ningún tipo de incorrección».
El viernes 23 de octubre, se puso en conocimiento de la Jefatura y de la Regiduría «que el original en papel de este acta no aparecía, que no se encontraba en el lugar en el que debía estar». Tras varias horas de búsqueda del acta, como seguía sin aparecer, «optamos por interponer una denuncia ante la Policía Nacional por si existiese un posible delito de falta de custodia en documento público, pues consideramos que era nuestra responsabilidad».
En el transcurso de la interposición de la denuncia, relató, se avisó por teléfono al jefe de policía de que este acta en papel había aparecido «pese a lo cual decidimos mantener la denuncia para garantizar la máxima transparencia y poder investigar con todas las garantías lo que haya podido suceder».
Dejó claro que «no se ha denunciado a ningún policía ni a ningún funcionario, solamente se ha puesto en conocimiento de la Policía Nacional un hecho muy concreto: que en un momento este acta en papel no ha sido localizada. De no haberlo hecho así por nuestra parte estaríamos incurriendo en una negligencia».
Por tanto, para concluir la concejala instó a que «por nuestra parte, que se investigue todo lo que se tenga que investigar, que se averigüen las causas que han acompañado a esta desaparición momentánea del acta, que puede haber sido un descuido, un simple cambio de una bandeja a otra o mil cosas más». Por eso, reiteró, «hay una investigación interna en marcha, una denuncia ante la Policía Nacional y en cuanto se tengan conclusiones se darán a conocer».
Por su parte, Carque afirmó su «absoluta confianza» en su equipo de trabajo y recordó que los propios sindicatos no están de acuerdo con estas filtraciones, «que no se sabe si provienen de dentro», «porque el debido sigilo es una de las normas básicas en la función policial» para la protección de los datos que maneja la policía.
Por eso, indicó que la investigación de la Policía Nacional se referirá no solo la falta de custodia del acta sino también a la filtración de la información, ya que se puede tratar de un delito de revelación de secretos.