La presidenta del Govern balear, Francina Armengol, ha asegurado este miércoles, en su tradicional discurso de Fin de Año, que «pronto el virus será una pesadilla del pasado». También ha querido agradecer a los colectivos más afectados por la COVID-19 y al conjunto de la ciudadanía el esfuerzo y el compromiso mostrados durante este año.
El discurso de este 2020 ha incluido como novedad una conversación con seis personas que, de una manera u otra, se han visto afectadas por la pandemia. Los protagonistas que han participado en el discurso con la presidenta han sido Carolina Ramis, cajera de un supermercado que ha aportado su experiencia; Maribel Portella, policía tutora de Maó que ha destacado la importancia de cumplir las normas; Ana García, una estudiante de bachillerato que ha reflexionado sobre el papel de la juventud; Caterina Ferrer, enfermera en el Hospital General que ha relatado cómo trató a su primer paciente; Tomeu Servera, expaciente que estuvo ingresado en la UCI, y Sebastià Vadell, un empresario que ha adaptado su negocio a la nueva situación. Toda la conversación, que se realizó por videoconferencia, se ha emitido por IB3 y también se puede seguir a través de web del Govern y en sus redes sociales.
De esta forma, el discurso ha incorporado una fórmula participativa que precisamente ha caracterizado las comunicaciones de un año marcado por la distancia y las conexiones en línea.
En el discurso final la presidenta ha recordado a las víctimas, ha insistido en la importancia del sector público y se ha centrado en la vacuna, aunque ha hecho hincapié en que «continuarán meses de rigor sanitario». Además, se ha mostrado convencida de que «la respuesta sanitaria al virus no depende de ideas políticas ni de soluciones mágicas, la derrota del virus solo la conseguiremos con capacidad técnica, ciencia y responsabilidad».