Se sabía que la cepa británica sería la predominante en cuestión de semanas y desde la Conselleria balear de Salud ya confirman que está detrás del 40 % de los contagios por COVID-19 de Mallorca y del 50 % de los de Ibiza. Este nuevo factor podría comprometer las esperada desescalada, sobre todo en lo que se refiere a la apertura de la restauración.
De momento, la consellera de Salud, Patricia Gómez, solicitó ayer al Consejo Interterritorial que se revisara el plan a nivel nacional pues, como ya había avanzado el portavoz del comité autonómico de enfermedades infecciosas, Javier Arranz, los niveles aprobados por incidencias no sirven igual para restringir que para recuperar actividades económicas o aforos en establecimientos.
«El plan ahora no es homogéneo y esto confunde», reconocía ayer la consellera. «Nuestras restricciones son muy estrictas porque queremos tener las UCI por debajo del 10% de ocupación», explicó ayer Patricia Gómez quien desveló que los niveles ahora son del 28 %.
La evolución de la cepa británica centró buena parte de la reunión Interterritorial, pero no todo es malo. Según la consellera se explicó que hay estudios preliminares que ya demostrarían que esta variante detiene la proliferación de la brasileña y la sudafricana.
Algunas farmacéuticas ya han anunciado que deberán modificar sus vacunas para prevenir frente a esta última que todavía no se ha detectado en Baleares.
Ante los nuevos acontecimientos «pedimos máxima prudencia por esta variante y responsabilidad en la desescalada en la que ya se está trabajando», dijo la consellera.
Las esperanzas están puestas en poder ir avanzando en la vacunación para que la reapertura de toda la actividad sea segura y la comunidad no se enfrente a una cuarta ola.
Vacunación masiva en abril
Baleares espera que el envío de vacunas de marzo (con 10.000 dosis semanales sólo de Pfizer) ya duplique al de febrero y que a partir de abril pueda hablarse de la vacunación masiva a la población con la llegada suficiente de dosis.
La consellera explicó que esta semana se ha iniciado la vacunación de sanitarios de los grupos 3A y B (odontólogos, trabajadores de farmacias comunitarias...) y que, tras una semana ultimándolo, ya están a disposición de terminar el plan de vacunación.
Se prevé que los siguientes colectivos a inmunizarse esté en los centros de día, entre tutelados o los mayores de 80 y que después sea el turno de cuerpos y fuerzas de seguridad y docentes.
Por otra parte, la comisión estatal de Salud Pública aprobó ayer que tras los últimos grupos definidos se vacune por franjas de edad, una propuesta que coincide con la que defendía Baleares.
Así, primero vendrán las personas de entre 70 y 79, después la franja de 60 a 69 años... Y a su vez se suministrarán las dosis de AstraZeneca al colectivo de entre 45 y 54 años.
A la cola
«Hemos pedido más vacunas porque tenemos grupos de población más amplia que al principio y no se están teniendo en cuenta», reconocía también la consellera refiriéndose, por ejemplo, a la sanidad privada. Y es que Baleares sigue siendo la comunidad autónoma que menos dosis recibe por habitantes, sólo por delante de Melilla.
Según Salud, que ya lo ha explicado en diversas ocasiones, es porque la distribución de esta primera etapa (que termina el primer trimestre) va en función de los grupos vulnerables y Balears tiene una de las poblaciones más jóvenes de España. Salud lo compara con Asturias que, con 1.018.784 de personas, similar a Baleares, tiene un 3,14 % de mayores de 80 años, mientras que en las Islas es del 1,72.