La tasa ecológica con que el Gobierno central quiere gravar la emisión de los gases contaminantes que genera el tráfico aéreo, no se aplicará en ningún caso para los vuelos que tengan Balears y Canarias como origen y destino, tal y como lo confirmó la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, este fin de semana al presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres.
La ministra, a través de una carta, le garantizó a Torres que «se tendrá en cuenta el hecho insular».
El director general de Ports i Aeroports, Xavier Ramis, incidió este lunes en que los contactos que se mantienen con el Gobierno central sobre esta cuestión «van bien encaminados, porque se trata de un gravamen impositivo que afecta negativamente al hecho insular. Todo hace indicar que el documento final que se tramite recogerá las exenciones de Canarias y Baleares».
Esta tasa ecológica sobre el transporte aéreo, tras ser sometida a consulta pública durante el primer trimestre, provocó el rechazo frontal del sector aéreo, en concreto de la patronal Asociación de Líneas Aéreas (ALA), que preside Javier Gándara.
El denominado impuesto verde aéreo, según las compañías españolas y extranjeras, «tendría un efecto inmediato en el encarecimiento de los billetes, en concreto en los de larga distancia».
ALA, patronal en la que están englobadas Air Europa, Iberia, Vueling, Volotea, Air Nostrum, considera muy perjudicial este impuesto ecológico que busca incentivar las tecnologías en el consumo de carburantes. Gándara ya señaló en su día que el gravamen «será devastador para el turismo, el empleo y la conectividad aérea en un momento en que la industria lucha por su supervivencia por el impacto tan negativo que ha tenido tienen todavía la pandemia».
La industria aeronáutica puntualiza que en vez de poner más impuestos «se debería incentivar las ayudas a las empresas para evitar que haya una merma de la conectividad aérea entre Europa y los destinos españoles».
Alarma en todos los sectores turísticos y patronales baleares
El anuncio del Gobierno del nuevo impuesto verde sobre las aerolíneas ha provocado la alarma en los sectores productivos turísticos y en las patronales de Baleares. La coincidencia general es que hay que seguir ayudando con fondos comunitarios a las aerolíneas «porque son nuestra tabla de salvación turística».