La factura sanitaria de la pandemia ya supera los 200 millones de euros. Es el cálculo de lo que lleva gastado el Govern desde aquel fatídico día de marzo en que se declaró el estado de alarma y la salud se convirtió en la prioridad absoluta de todas las administraciones. El Ejecutivo ya tiene cerrado el gasto total que tuvo que hacer el año pasado, que sumó 144.595.451 euros, más de lo que debería haber ingresado con la ecotasa en un año normal.
La previsión es que la factura se reduzca ligeramente este año y se llegue a los 122 millones de euros para todo el año, según señala Manuel Palomino, director de Gestión y Presupuestos del Servei de Salut. Eso significa que a mediados de año ya lleva gastados unos 60 millones de euros, según la extrapolación realizada a partir del gasto real hasta abril.
La pandemia ha ido cambiando y también lo ha hecho el modo en que las administraciones se han enfrentado a ella. Ello explica las diferencias que hay en los gastos del año pasado y los de este. La partida de compras es la que más fielmente refleja ese cambio: en 2020 el Govern tuvo que pagar 72,6 millones de euros en material, mucho de él procedente de China en los primeros momentos de la pandemia.
El caso del material
La factura de material bajará este año a más de la mitad y quedará en unos 33,5 millones de euros, según las estimaciones del Servei de Salut. La explicación está, según Palomino, en que parte de ese material ya está disponible aquí y no se ha tenido que comprar de urgencia.
Otro cambio importante está en la partida de personal. El aumento de la plantilla en 1.300 trabajadores de la sanidad desde que estalló el virus en 2020 se nota en las cuentas del Govern. El coste extra de personal sumó el año pasado 33,9 millones de euros, pero la cifra subirá este año hasta los 49,3 millones, si se cumplen las previsiones del Ejecutivo.
La partida de personal sube tanto por el aumento de la plantilla como por el aumento de las horas extras que está haciendo el personal sanitario durante la tercera ola de la enfermedad y en el proceso de vacunación, que no se interrumpe ni siquiera durante los fines de semana, por lo que hay que pagar esas horas a los trabajadores.
Una de las partidas que también tendrá un gran impacto este año es la servicios auxiliares. Son los que se ocupan, por ejemplo, de la vigilancia en los puertos y aeropuertos para verificar que todo el mundo llega con la PCR negativa, o el personal que se ocupa de los servicios Infocovid, la Central COVID o el punto de COVID exprés. Todos estos servicios tendrán un coste de 14,9 millones este año.
El Govern prevé administrar durante esta semana unas 140.000 dosis de vacunas
El Govern prevé administrar a lo largo de esta semana alrededor de 140.000 dosis de vacunas, ya que la intención es inocular unas 20.000 dosis al día. Desde el pasado viernes pueden pedir cita para vacunarse las personas de entre 35 y 39 años, por lo que el rango de vacunación ya está abierto para las personas nacidas entre 1986 y las nacidas en 1952. El Govern prevé ir completando poco a poco la pauta al personal de servicios esenciales que deben recibir la segunda dosis de AstraZeneca pese a ser menores de 60 años, unos 38.000 en todas las Islas. Ya se ha comenzado a inocular la segunda dosis a este colectivo, que mayoritariamente ha elegido ser vacunado con AstraZeneca en lugar de hacerlo con Pfizer, que era la propuesta del Ministerio y de las comunidades autónomas.