Las denuncias por violencia de género siguen en Baleares muy por debajo a las cifras que se producían en la prepandemia. En el primer trimestre de este año, cayeron un 15 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, pero también respecto a lo ocurrido en los tres últimos meses de 2020; ahí la caída es del 20 por ciento. De hecho, por primera vez en años, las Islas dejan de ser la autonomía con una tasa más alta de denuncias y de víctimas por habitante. Aunque aún están muy por encima de la media nacional, Murcia pasa a la primera posición con 19,7 víctimas por cada 10.000 habitantes cuando en Balears son 18,5. La media nacional se queda en 14,4.
Los datos del Consejo General del Poder Judicial recogen que, en total fueron 1.147 las denuncias que se presentaron por parte de mujeres contra sus parejas o exparejas. Las víctimas fueron 1.086. Según las estadísticas, las mujeres de nacionalidad española que han denunciado crecen un 17 por ciento. Las cifras caen por el drástico descenso de las extranjeras, que hace un año eran más de la mitad y ahora las denuncias de este colectivo caen un 32 por ciento. En paralelo al descenso de la denuncias parece descender también la intensidad de los hechos denunciados. Así, las órdenes de protección adoptadas por los juzgados especializados fue menos de la mitad en el primer trimestre de este año que doce meses antes: fueron 114 cuando en 2020 habían sido 289.
Sobre el final de los procedimientos, a pesar de la bajada de denuncias, hubo más condenas: fueron 177, un cinco por ciento más. A la vez se redujeron los asuntos que no llegan a juicio por falta de pruebas que cayeron también un cinco por ciento, en parte por una bajada de las mujeres que se acogen a la dispensa a declarar contra un familiar directo. Las renuncias fueron 102, un 54 por ciento menos.
El número de hombres condenados en las Islas fue de 227. Del total de delitos investigados, más de dos tercios responden a distintos tipos de penales de maltrato y lesiones, a los que siguen, de lejos, los quebrantamientos de órdenes de protección. En los tres meses se impusieron medidas a tres menores de edad acusados de maltrato.
La presidenta del Observatorio, Ángeles Carmona, ha explicado que estos descensos responden aún al reflejo «del efecto causado por la crisis sanitaria, donde las restricciones a la movilidad han supuesto un escollo más para las víctimas a la hora de dar el paso y denunciar».
Los juzgados de Violencia de Palma son los que manejan una mayor carga de trabajo de las Islas. Entre los dos ingresaron 966 asuntos estos tres meses. Eivissa mantiene un juzgado exclusivo que recibió casi una cuarta parte de carga de trabajo.