Son los dos fármacos que más consume la población sin necesidad de una receta médica pero ¿para qué sirve cada uno? La elección entre ibuprofeno o paracetamol no es baladí, debe hacerse en función del problema de salud que tiene que tratarse, pero también del tipo de paciente que lo tome pues, sobre todo, hay que contemplar los posibles efectos adversos que puedan conllevar si hay patologías previas.
Ambos medicamentos comparten propiedades analgésicas, si bien el ibuprofeno tiene además una acción antiinflamatoria, mientras que el paracetamol es un mejor antitérmico, es decir, mejor utilizarlo cuando además de dolor, hay fiebre. El ibuprofeno es preferible en los casos de inflación pero también se recomienda con un dolor generalizado de intensidad media de cualquier origen, ya sea dental, articular, de oído o de garganta... Así como en procesos crónicos muy dolorosos o cuando el paracetamol no logra controlar una fiebre.
Precisamente es en caso de fiebre, malestar general, o dolor leve, cuando conviene tirar del paracetamol. En un supuesto ideal, debería tomarse cada ocho horas pero puede llegarse a emplear cada seis. Si es necesario porque la fiebre o el dolor no cesa, se pueden combinar ambos medicamentos de forma alterna cada cuatro horas.
En caso de duda, «el paracetamol debería ser la primera elección», asegura el presidente del Col·legi Oficial de Farmacèutics de Balears (COFIB), Antoni Real. «No es antiinflamatorio, sino analgésico y antipirético, lo que quiere decir que baja la fiebre y calma el dolor pero no quita una inflamación», explica. Entre los efectos que hay que tener en cuenta destaca que «puede producir problemas en el estómago, y la gente que ha tenido insuficiencias hepáticas tampoco puede abusar».
Son, precisamente, los posibles efectos secundarios del ibuprofeno los que hay que tener en cuenta para no tomarlo en exceso. «Es un antiinflamatorio no esteroide. Con dosis más elevadas de lo requerido puede dar problemas renales, gástricos o insuficiencias cardíacas, hepática y renal, por lo que hay que ir con cuidado, sobre todo en personas con problemas de hipertensión», aconseja Real.
Además, deben prestar especial atención los pacientes asmáticos, ya que podrían agudizarse los síntomas y las embarazadas, pues está contraindicado en el tercer trimestre de gestación.
El COFIB lanzó en su día una campaña sobre el correcto uso del ibuprofeno explicando que siempre hay que utilizar la mínima dosis y durante el mínimo tiempo. «Suelen ser suficientes 200 mg por toma y, en cualquier caso, no hay que superar los 400 mg». El riesgo cardiovascular aumenta si se ingieren más de 2.400 mg diarios, por este motivo, estas cantidades sólo deben administrarse bajo un estricto control médico.
«Tomar dosis altas no hace que el dolor desaparezca antes y aumenta el riesgo de reacciones adversas como las estomacales o renales», explica Antoni Real. De ahí que desde el pasado 2019, el paciente necesite una receta médica para adquirir ibuprofeno de 600 mg o paracetamol de 1 gramo, porque presentan más riesgos sin suponer una mayor mejora que en cantidades más bajas.
Por último, los niños no son ajenos a estos fármacos. «Antes se les daba la aspirina para el dolor, pero dejó de recomendarse porque causaba el síndrome de reye. Ahora se les da apiretal y en caso de inflamación, dalsy», concluye el profesional sanitario especialista en medicamentos.
Se dispara la venta de paracetamol con prescripción médica en 2021
La Cooperativa de Apotecaris, que surte de medicamentos al 80 % de las farmacias, han repartido 57.399 fármacos con presentaciones de paracetamol, con receta médica, durante el primer semestre del año, mientras que en todo el 2020 fueron 98.263, lo que supone un incremento del 17 % si se comparan seis meses. En sus cuentas se ve cómo las boticas piden más paracetamol en detrimento del ibuprofeno, que baja desde 2019.