«¿Nueva normalidad? Odio ese término». Así se despedía de la prensa el director del Centro de Coordinación de Enfermedades Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, momentos antes de protagonizar la ponencia inaugural del Congreso de Médicos de Familia y Comunitarios que se celebra en Palma. Pero la nueva normalidad forma parte del pan de cada día, con anuncios constantes de desescalada en diferentes territorios nacionales. «Hay que normalizar pero sin pasar de cero a cien en dos segundos. Eso son los coches de carrera, no la sociedad con este problema. Tenemos que saber qué impacto tiene cada restricción que vamos levantando».
Simón valoró ayer la evolución de la pandemia tras «doce semanas en descenso continuado y estable» y advirtió que, en el caso poco probable de haber nuevas olas epidemiológicas éstas serán «más pequeñas y, sobre todo, más lentas».
El especialista incidió en varias ocasiones en que esto se debería a los altos niveles de vacunación en España. «Cada vez queda menos gente susceptible al contagio», dijo. «Para que una persona genere un brote tenemos que tener la mala suerte de que se encuentre con varios no vacunados o susceptibles juntos y no es fácil», añadió. Si bien entre los menores de 12 años es más probable, «su impacto en la clínica y en la asistencia es muy inferior a lo que hemos conocido hasta ahora», dijo. Además, informó de que «hay dos laboratorios que han pedido la autorización para los menores de 12, a ver si eso va adelante y funciona bien».
El epidemiólogo advierte de que si bien lo más deseable es que el virus desaparezca, «es posible que vayamos a tener que convivir con él durante un tiempo». A partir de ahora, eso sí, de forma mucho más relajada pues, «no creo que vaya a ser una cosa especialmente grave en el futuro», remarcó.
¿Cómo una gripe? «No». Según el experto «está bien buscar las semejanzas y ver qué podemos trasladar de una enfermedad a la otra pero no podemos pensar que son iguales. Tenemos gripe y coronavirus y lo hemos aprendido en la pandemia. Es más, este coronavirus tampoco es igual a otros que conocíamos», señaló. «No podemos volver a viejos vicios de tratar de simplificar las cosas más de la cuenta».
Respecto a lo aprendido, señaló que las administraciones «tenemos que prepararnos para lo más probable, pero no dejar para el final lo poco probable, porque es lo que nos ha saltado», aseguró. Simón señaló el papel fundamental de una «potente» Atención Primaria en el sistema sanitario que si bien ha estado al límite, «no ha llegado a colapsar».