Los médicos y personal sanitario sin vacunar tendrán que hacerse tres pruebas a la semana a partir de este sábado y, al menos dos, tendrán que ser PCR. La Sala de lo Contencioso del TSJIB sigue a favor del pasaporte COVID y su ampliación a más ámbitos ante el avance de la sexta ola de la pandemia. Al igual que hizo la semana pasada con la exigencia del certificado para restaurantes, los magistrados han ratificado el acuerdo del Consell de Govern para extender el documento a los bares con más de 50 plazas y a que le sea exigido a todo el personal sanitario para acceder a sus puestos de trabajo.
El tribunal mantiene los mismos criterios que ya aplicó con las residencias de mayores. Así, considera que reclamar la vacunación o tres pruebas semanales al personal sanitario es adecuado: «La situación de pandemia es subsistente y estamos inmersos en la sexta ola, que ha producido un aumento de contagios».
También señala que los profesionales sanitarios ejercen una «función esencial en la sociedad» y que han realizado una «labor inconmensurable» desde que estalló la pandemia: «Un número muy importante ha contraído el virus y, desgraciadamente, también algunos han fallecido. Su función les sitúa en primera línea de combate frente a la pandemia». Así, plantea que la libertad de los sanitarios no vacunados debe compaginarse con la «vida y la salud de los demás» y entiende que el hecho de que se sometan a una prueba da seguridad a sus compañeros y a los pacientes. «La molestia de esas analíticas es escasa y la incomodidad de someterse reiteradamente a esas pruebas se justifica por la gravedad de la situación pandémica, las consecuencias que esa enfermedad puede causar a quien la contrae y la necesidad de proteger a los pacientes». En especial alude al trato con enfermos en los que el coronavirus puede tener especial efecto.
El auto recuerda que las pruebas no pueden suponer ningún desembolso económico para los sanitarios y que la administración no puede crear ficheros de datos.