Vuelve el colegio y todavía no se conocen muy bien los protocolos actualizados para afrontar los contagios por COVID. Ya se sabe que cuando haya más de cuatro positivos en una misma clase ésta deberá cuarentenarse durante siete días, sin embargo ya no es necesario que todos los alumnos acudan a hacerse un test de antígenos. «La nueva variante ha cambiado las cosas y para poder garantizar la presencialidad, si no hay brote no se cuarentena. Además, sólo se llamará para hacer una prueba diagnóstica a los niños más vulnerables, no a toda la clase», explicó ayer la consellera de Salud, Patricia Gómez.
Cabe precisar que Baleares es la comunidad donde la vuelta al colegio se ha hecho con menor porcentaje de escolares vacunados de primera dosis, de entre cinco a 11 años.
Desde que la semana pasada se abriera la citación para la franja de 5 a 8, este indicador ha crecido hasta el 21por ciento. «Creemos que recuperaremos el ritmo después de las vacaciones de Navidad», aseguró la consellera Patricia Gómez.
Otro de los problemas con los que se enfrenta la ciudadanía es el retraso en las notificaciones de los positivos tras hacerse una prueba diagnóstica por la vía ordinaria. «Hemos tenido un volumen de casos diario muy elevado lo que ha afectado la carga informática. Han tardado pero al final el ciudadano recibe el resultado por SMS», explicó la directora asistencial del IB-Salut, Eugenia Carandell.
La previsión es que esta misma semana se vaya solucionando la saturación burocrática sanitaria con al menos un «cambio importante» como será sumar la intervención de las farmacias. En pocos días las boticas podrán validar los test de antígenos para solicitar bajas laborales, lo que aliviará el sistema.