Estaba nerviosa, borracha y no quería hacer cola para someterse al control de fronteras. Por ese motivo, decidió comenzar a gritar y mantener un comportamiento agresivo con el resto de compatriotas que aguardaban su turno en el puesto fronterizo del aeropuerto de Palma.
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía de la Unidad de Fronteras tuvieron que reducir a una joven británica, de 20 años, que se encontraba muy agresiva con el resto de viajeros que hacían cola para pasar el control de Fronteras. Su estado de agitación y nerviosismo la llevó a golpear y morder a varios de los policías actuantes. La súbdita británica, la cual se encontraba en tratamiento psicológico, pudo reaccionar violentamente debido a la falta de medicación adecuada y el consumo de alcohol. La mujer fue trasladada al Hospital Son Llatzer en una ambulancia para su valoración médica.
Los hechos tuvieron lugar el pasado lunes en las instalaciones aeroportuarias donde se realiza el control de documentación y vigilancia de todos los turistas que están fuera de la Unión Europea.